El arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma, considerado un parteaguas en la investigación sobre la cultura mexica y uno de los principales promotores de los descubrimientos arqueológicos en México, recibió este domingo la Medalla al mérito 2014 que otorga anualmente el Festival del Centro Histórico México a aquellas personas que han enaltecido con su trabajo a la Ciudad de México.
Durante una breve ceremonia realizada en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, a la que asistieron Cristina King, directora general del Festival del Centro Histórico México; Eduardo Vázquez Martín, secretario de Cultura de la Ciudad de México; Fernando Estrada, presidente del Patronato del Festival; y Francesca Saldívar, una de las fundadoras del Festival, Matos Moctezuma agradeció por la distinción recibida y señaló que compartía el reconocimiento con todos sus colaboradores que lo han acompañado durante 36 años en el Templo Mayor, como parte del Instituto Nacional de Antropología e Historia.
Eduardo Vázquez Martín indicó que Matos Moctezuma ha hecho visible el corazón de México-Tenochtitlán y que ha desenterrado las ruinas de la cultura mexica, el Templo Mayor y sus mitos cosmogónicos convertidos en escultura de piedra.
“Gracias a Eduardo Matos nos adentramos en los restos de la antigua Anáhuac que se levantaba sobre los desaparecidos lagos; gracias a Matos Moctezuma recobramos una parte imprescindible y un pasado, el nuestro, enterrado durante siglos; gracias a él, la eterna danza de nuestros dioses nos acompaña ahora, aquí se hace presente para enlazarse a las danzas vivas de nuestro tiempo”, dijo secretario de Cultura de la Ciudad de México.
Fernando Estrada, presidente del Patronato del Festival, contó la anécdota de cómo Matos Moctezuma decidió hacerse arqueólogo. Señaló que cuando estudiaba el último año de preparatoria y aún no sabía a qué se dedicaría, un amigo suyo le prestó Dioses, tumbas y sabios, un libro de divulgación histórica, del escritor alemán C. W. Ceram que tuvo la virtud de acercar al gran público los secretos de la arqueología.
Al leer el primer capítulo sobre las pirámides de Egipto, Eduardo Matos quedó atrapado por la romántica historia del hallazgo de las momias de los grandes reyes de Egipto, en especial la de Ramsés II. Así decidió convertirse en arqueólogo.
“Es un personaje que se ha construido viajando incansablemente por el túnel del tiempo de nuestro pasado, excavando, recopilando, estudiando, descifrando los códices de civilizaciones anteriores que aportan información para comprender mejor el México de hoy. Se la vive armando el rompe cabezas de nuestro origen y realizando maravillosos descubrimientos que gracias a la recurrencia a otras disciplinas, como la geología, la biología, la química y botánica, la arqueología se ha potenciado a una nueva latitud de innovadoras posibilidades”, destacó Fernando Estrada.
Eduardo Matos Moctezuma nació en la Ciudad de México el 11 de diciembre de 1940, estudió en la Escuela Nacional de Antropología e Historia y posteriormente realizó una maestría en Ciencias Antropológicas en la UNAM. Al inicio de su carrera profesional trabajó al lado de destacados investigadores como Román Piña Chán, Ignacio Bernal, Jorge Acosta, Miguel Messmacher y Bodo Spranz.
Coordinó la investigación arqueológica de Tula que arrojó el descubrimiento de cien sitios y aldeas así como de un mapa topográfico. Posteriormente, encabezó el Proyecto Especial Teotihuacán con el cual determinó el tamaño real de la Pirámide del Sol. Sin duda el gran proyecto que marcó su carrera fue Templo Mayor, donde encontró el monolito de la diosa Coyolxauhqui, además de cien ofrendas y 7 mil objetos arqueológicos que contribuyeron al estudio de la cultura Azteca.
Ha dado cátedra en la Escuela Nacional de Antropología e Historia, en el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social y en la Escuela de Restauración, Conservación y Museografía: Manuel Castillo Negrete. Ha impartido más de 500 conferencias a nivel nacional e internacional, publicado más de 400 artículos y cerca de 90 libros.
Entre los cargos que ha ocupado, destacan la dirección del Museo Nacional de Antropología e Historia y la presidencia del Consejo de Arqueología además, ha sido nombrado Profesor Investigador Emérito del INAH.
Ha ganado la Medalla Benito Juárez, la Medalla Henry B. Nicholson, otorgada por la Universidad de Harvard y ha sido reconocido con la Chevalier dans l’Ordre des Palmes Académiques, Ministère des Universités, Republique Française; además, obtuvo un Doctor of Sciences Honoris Causa, en la Universidad de Colorado. En 2007 recibió el Premio Nacional de Ciencias y Artes en la categoría de Historia, ciencias sociales y filosofía, entre otros.