China y EE UU, los países más contaminantes del mundo, anunciaron este miércoles, en el marco de la cumbre Asia-Pacífico que se celebra en Pekín, un nuevo acuerdo para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero. Mientras que EE UU recortará para 2030 sus emisiones entre un 26 y un 28% con respecto a los niveles de 2005 —el doble de lo previsto—, China se compromete a alcanzar su nivel máximo de emisiones para esa fecha o antes, si es posible.
Con este acuerdo, las dos principales potencias mundiales, que suman cerca del 40% del total de emisiones de gases de efecto invernadero mundiales, buscan sentar un ejemplo y alentar a otros países a anunciar compromisos similares, para impulsar las negociaciones de cara a un acuerdo mundial contra el cambio climático para 2020 en la reunión que se celebrará en París el año próximo.
En una rueda de prensa conjunta con el presidente de EE UU, Barack Obama, con quien se reunió en el Gran Palacio del Pueblo de Pekín, el presidente chino, Xi Jinping, afirmó que “hemos acordado asegurarnos de que se llegará a un acuerdo en París sobre las negociaciones contra el cambio climático”. Por su parte, Obama aseguró que el «histórico» pacto representa “un enorme hito en la relación chino-estadounidense”.
Mediante el acuerdo, China se compromete a aumentar a un 20% la proporción de energías limpias en su consumo total de energía para 2030, frente al 10% que representa en la actualidad. Ello obligará a la segunda economía mundial a poner en funcionamiento una capacidad generadora de 800 a 1000 gigavatios de energías no contaminantes -solar, eólica o nuclear, entre otras- para 2030, más que todas las plantas alimentadas por carbón que existen hoy en China y “cerca de toda la capacidad actual de generación de energía eléctrica en Estados Unidos”, de acuerdo con el comunicado conjunto de ambos gobiernos.
Para el presidente estadounidense, el acuerdo llega después de la dura derrota demócrata en las elecciones legislativas la semana pasada. El Partido Republicano, que cuenta ahora con mayoría en las dos Cámaras del Congreso y acusa a Obama de llevar a cabo “una guerra ideológica contra el carbón”, pretende reducir las competencias de la Agencia de Protección Medioambiental (EPA).
El anuncio ha recibido una cauta bienvenida de las organizaciones defensoras del medio ambiente. El responsable para Cambio Climático y Energía de Greenpeace en Asia, Li Shuo, declaró que “hay una clara expectativa de más ambición por parte de estas dos economías, cuya trayectoria de emisiones define la respuesta global al cambio climático. Los anuncios de hoy deberían ser la base, y no el techo, de unas medidas aumentadas”.
El acuerdo se anuncia después de que ambos países divulgaran el martes un entendimiento para eliminar aranceles en productos de alta tecnología, que irá ahora a la Organización Mundial de Comercio (OMC) en lo que podría ser el mayor acuerdo global para la eliminación de aranceles en 17 años. Según la Casa Blanca, el logro de ese acuerdo añadiría 190.000 millones de dólares anuales al PIB mundial.