La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, convocó a una reunión de emergencia con varios ministros de su gabinete para analizar las afirmaciones que sostienen que Estados Unidos espió sus comunicaciones, difundidas el domingo en un programa local de televisión -según nota de BBC Mundo-.
El periodista Glenn Greenwald, quien asegura haber accedidi a datos filtrados por el exanalista de inteligencia estadounidense Edward Snowden, dijo al programa «Fantástico» de la cadena Globo que Rousseff y el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, fueron vigilados por la Agencia Nacional de Seguridad (NSA por sus siglas en inglés).
De acuerdo a las declaraciones, basadas en un documento secreto de junio de 2012, el espionaje apuntó a conocer cómo Rousseff se comunicaba con sus colaboradores y éstos entre ellos o con terceros.
En el caso de Peña Nieto, asegura Greenwald, la NSA accedió al contenido de mensajes electrónicos antes de que fuera electo, en los que evaluaba qué colaboradores podría nombrar para su gobierno.
El ministro brasileño de la Secretaría General de la Presidencia, Gilberto Carvalho, expresó que la reunión de Rousseff con parte de su gabinete este lunes respondía a una «situación de emergencia» a raíz de las denuncias de espionaje.
En el encuentro participan el canciller brasileño, Luiz Alberto Figueiredo, que previamente conversó del tema con el embajador estadounidense Thomas Shannon, así como Carvalho y los ministros brasileños de Defensa, Justicia y Comunicaciones.
Ministros y senadores brasileños han señalado que si se confirma el espionaje estadounidense supondría una violación a la soberanía del país.
Rousseff tiene en su agenda viajar a Washington en octubre para una visita de estado que incluiría una cena con su par estadounidense, Barack Obama, pero las denuncias de espionaje son un desafío al objetivo de estrechar la relación bilateral en ese encuentro.