Un jurado en Estados Unidos ordenó a Toyota pagar cerca de US$11 millones a las víctimas de un accidente fatal en Minnesota en 2006, causado parcialmente por un error de diseño del modelo Camry 1996 -según nota de BBC Mundo-.
El jurado dijo que el 60% del accidente, que dejó tres personas muertas y dos severamente lesionadas, es responsabilidad de la marca de automóviles.
El jurado decidió que Koua Fong Lee, conductor del otro vehículo involucrado en el choque, es 40% culpable del evento.
Lee estaba manejando a alta velocidad en la salida de una autopista cuando ocurrió el accidente. Toyota insistía en que había sido negligente, mientras su abogado lo defendió asegurando que había intentado detener el carro pero que el defecto de aceleración no se lo había permitido.
Después del accidente, Lee había sido culpable de homicidio y sentenciado a prisión. Pero obtuvo un nuevo juicio después de que surgieron informes sobre la aceleración súbita en algunos Toyotas y fue dejado en libertad dos años más tarde.
Tanto Lee como los familiares de las víctimas demandaron a Toyota ante la corte federal de Minnesota.