A pocas horas de que se cumpla el plazo para alcanzar un acuerdo con respecto al presupuesto y evitar el fin de ciertos servicios básicos del gobierno estadounidense, no hay señales de acercamiento entre los legisladores demócratas y republicanos para evitar este desenlace -según nota de BBC Mundo-.
Si los partidos mayoritarios no alcanzan una solución consensuada, millones de personas podrían quedarse sin recibir sus salarios, los impuestos no serían recolectados y las visas y los pasaportes dejarían de ser tramitadas.
La crisis actual se generó cuando la oposición republicana, que controla la Cámara de Representantes, modificó el proyecto del gobierno para debilitar la implementación de las reformas de Salud del presidente Barack Obama.
El Senado se reunirá en las próximas horas y la mayoría demócrata en esta Cámara ya ha anticipado que rechazará la reforma republicana.
El presidente Obama ha dejado claro que vetará cualquier cambio que introduzca cambios a su legislación de Salud.