Madrid.- Desde que se supo su relación con Borges, a María Kodama siempre le ha rodeado la polémica y más cuando se hizo cargo de su legado. Hoy, veinticinco años después de la muerte del autor de El Aleph, su viuda dice que este tiempo demuestra de qué lado está la verdad, «aunque no lo vea la gente que quiere medrar».
«Nunca fui polémica, siempre he sido muy celosa de mi intimidad. Nadie supo de nuestra relación hasta que él publicó el poema La Luna, dedicado a mí, y lo nuestro era muy anterior. Tras su muerte fue un calvario: toda la gente que salió diciendo barbaridades, amigos falsos… Y a mí solo me interesa que se estudie su obra y que le conozcan las nuevas generaciones» , explica Kodama.
La presidenta de la Fundación Internacional Jorge Luis Borges está en Madrid porque esta semana la Casa de América rinde un homenaje al autor argentino, icono de las letras hispanas, por los 25 años de su muerte, que se produjo el 14 de junio de 1986 en Ginebra, con proyecciones, charlas y coloquios.
Y hoy participa en una mesa redonda para hablar de la genialidad del escritor y su vigencia con Ricardo Barnatán, Ignacio Echevarría y Ricardo Piglia.
Horas antes, relajada y de blanco impoluto, ha comentado que todavía no se ha puesto a escribir ese libro que anunció, como le recomendó su abogado, y con el que rendirá cuentas con todos los que le han hecho «la vida imposible» en estos últimos 25 años.
Pero sobre todo habla de su amor por Borges, de su vigencia, de su legado, de su capacidad visionaria. «En Borges se da una combinación especial -subraya-. Tiene la misma profundidad y agudeza que tuvieron los trágicos griegos para diseccionar el alma humana, pero él tiene un añadido, que se da en muy pocas personas, y es su capacidad para anticipar las cosas que van a suceder» .
Y como ejemplo de la capacidad premonitoria del mítico escritor argentino, preocupado por el destino, la espiritualidad, los laberintos, el espejo, o el yo el otro, su viuda recuerda que hace años la fundación que preside hizo un encuentro internacional con científicos que analizaron cómo los cuentos de Borges que fueron calificados de fantásticos en los años 40, la ciencia después los había hecho realidad en los 70.
«Y lo mismo pasa con internet y la era digital -aclara-, Borges ya lo contó en El libro de arena. Es interesante ver cómo se proyectaba hacia el futuro, como lo hicieron H. G Wells en La maquina del tiempo o Leonardo Da Vinci. Son personas que se adelantan a través de sus sueños y sus fantasías» , precisa Kodama.
La viuda de Borges recomienda a los jóvenes que se interesen por su obra y sugiere que comiencen su lectura por Los Conjurados y El libro de arena.
«En esto libros, Borges tiene un estilo más despojado y quizá tenga un acceso más fácil para su lectura. Son todos cuentos lindos; lo que pasa es que a Borges se le ha atribuido siempre la fama de escritor oscuro y complicado, pero no era nada de eso. Además hay cuentos que se pueden leer en distintos niveles, como El cautivo» , añade.
El próximo 14 de junio, el día de la muerte del escritor, la viuda del autor de Ficciones inaugurará en Venecia un laberinto -a Borges le encantaban este tipo de estructuras- en la isla de San Georgio, un regalo que le hizo el arquitecto Randoll Coate a Kodama y que ella cedió a la Fundación Giorgio Cini de esa ciudad.
«Borges amaba Venecia. Luego haremos otro laberinto en Mendoza, en Argentina y a final de año en Islandia» , donde está parte de la historia emocional e intelectual de Kodoma y Borges.
Agencia El Universal