El 23 de abril de 1563, hace 450 años, se colocó la primera piedra de la construcción del monasterio de San Lorenzo de El Escorial en un terreno retirado, en las estribaciones de la sierra de Guadarrama y junto a la humilde aldea de El Escorial.
El edificio fue un encargo del rey Felipe II (1527-1598) -quien murió en una de sus estancias, atormentado por intensos dolores- al arquitecto renacentista Juan Bautista de Toledo, pero tras su muerte, acaecida en 1567, las obras corrieron a cargo de Juan de Herrera, quien le imprimió su célebre estilo, el herreriano, caracterizado por la simetría y la austeridad.
Las salas de exposiciones temporales del Palacio Real de Madrid acogen, hasta enero de 2014, la exposición De El Bosco a Tiziano. Arte y maravilla en El Escorial, para conmemorar el 450 aniversario de la colocación de la piedra fundacional del monasterio, que albergó el mejor conjunto de arte de la España del Renacimiento, con el que sólo podía competir el Vaticano del siglo XVI.
La muestra, que reúne unas 150 obras, está centrada en el ornato artístico de este edificio y en la importancia que tuvieron artistas como El Bosco, Tiziano, Patinir, Navarrete el Mudo, Alonso Sánchez Coello, Antonio Moro, Gerard David o Bernard van Orley. Felipe II, el Rey Prudente, fue un gran mecenas de las artes, aunque se inclinó más por la pintura que por la escultura, especialmente por la pintura veneciana y la figura de Tiziano, a quien encargó numerosas obras de arte.
Una sala de la exposición, íntegramente dedicada a Tiziano, presenta parte de las obras cumbre de su período tardío, entre las que destaca un conjunto formado por tres obras maestras que no ha sido expuesto como tal desde comienzos del siglo XIX: el Martirio de San Lorenzo, la Adoración de los Reyes Magos y el Entierro de Cristo, esta última conservada en el Museo del Prado.
La Entrada de los animales en el Arca de Noé, monumental cartón para tapiz de Michel Coxcie, recientemente restaurado por Patrimonio Nacional, se expondrá junto a obras de El Bosco y Patinir.
La mayoría de las obras pertenece a las colecciones de Patrimonio Nacional y el resto procede de prestigiosas instituciones como el Museo Nacional del Prado, la National Gallery de Londres, la National Gallery de Irlanda, el Museo del Louvre y la Biblioteca Nacional de España.