En el mundo digital lo importante son los contenidos

Para Javier Celaya, socio fundador de Dosdoce.com, el traspasar un libro impreso al formato en línea no es la era digital. “Es parte de la producción, es lo que toca hacer en estos primeros años de transformación, pero no es lo que se nos viene encima. Debemos asumir la transformación de la escritura que ha transformado a la lectura”.

Al participar en el Tercer Simposio Internacional sobre el Libro Electrónico. La cadena del libro en el mundo digital, Javier Celaya intervino en la mesa redonda Contratar y producir libros electrónicos, junto a los editores Tomás Granados, Eric Marbeau y Alejandro Katz, quienes expusieron sus reflexiones, así como retos y expectativas en el campo editorial, en medio de la transformación por la era digital.

El vicepresidente de la Asociación de Revistas Digitales de España explicó que los actuales editores vienen de una sociedad totalmente textual, que está adentrándose a una sociedad visual, lo cual no quiere decir que el texto desaparezca.

“Tenemos un debate sobre si son libros electrónicos o apps. El libro va a convivir con nosotros aunque creo que tendrá un espacio residual. Me parece un debate superfluo señalar si son o no aplicaciones, son nuevas maneras de contar historias”, consideró.

En su opinión la gran expectativa en materia digital es que hay un gran futuro en ella y el reto es saber entender la era que nos tocó vivir, pues lo difícil es empezar a tener una mirada digital. “Se da por hecho que se sabe gestionar el presente, lo difícil será gestionar el futuro”.

Apuntó que en el mundo digital lo importante no son los formatos sino los contenidos, donde cada palabra se convierte en un dato y ese dato, en un posible libro o una compilación de libros; donde si no se tienen derechos de fragmentación de textos no se podrá ofrecer productos o servicios que serán parte del modelo de negocio, como editoriales y bibliotecas.

Se refirió al tema de contratar derechos en la era digital. “Debemos tener en mente que internet no tiene fronteras, en ese mundo debemos de contratar derechos internacionales, del mundo del que venimos contratábamos con una mentalidad muy local”.

“Por qué no pensar con una mente digital, traducir obras a otros idiomas como puede ser en inglés, chino, portugués y empezar a comercializar desde este país”, se cuestionó.

El gerente editorial del Fondo de Cultura Económica, Tomás Granados, dijo que un editor se presenta con las dificultades de creación, fabricación, reproducción, distribución y consumo.

Apuntó que uno de los grandes problemas que hay en el ámbito digital es la apreciación de que las cosas no valen, que los editores se suben al tren de la transformación digital adaptándose con lentitud y eficacia, y que probablemente se viva con el combate sobre el analfabetismo digital.

“El principal problema para mí tiene que ver con la percepción del valor que tienen los consumidores, quienes piensan que lo que está en internet es gratis o casi gratis. No está extendida la noción de que el derecho de autor es el respeto a lo que hizo alguien más y debe adquirirse el contenido creativo”.

Para el autor de los libros de cuentos Pretextos para un velorio, el principal reto para los editores en la producción de libros electrónicos es que han pasado a convertirse en productores o curadores.

Alejandro Katz, fundador de la editorial Katz Editores, detalló que hoy en día se discute sobre cuáles son las estrategias para producir y comercializar, los riesgos y los precios, y las más adecuadas formas de vinculación con los autores.

Lo que se ve en Iberoamérica, indicó, es la aparición de un mercado de comercialización digital que surge de la mano de actores de origen anglosajón, como Amazon, Google y Apple.

En la mesa moderada por Paola Morán, Eric Marbeau habló de los retos que enfrenta la editorial Gallimard-Flammario, como es el extender la disponibilidad de los catálogos.