Oaxaca.-La falda de enredo, el huipil y otros tejidos indígenas tienen contrapartes en otras zonas del mundo. En cambio, el quechquémitl, que en náhuatl quiere decir ‘prenda del cuello’, sólo se conoce el de México.
El Museo Textil de Oaxaca resguarda varios ejemplos que han caído en desuso en los últimos cincuenta años, debido al cambio cultural en las comunidades aledañas a la Ciudad de México y los campos petroleros del norte de Veracruz.
El quechquémitl antes de la Conquista sólo las mujeres de alto rango o las sacerdotisas tenían derecho a usarlo. Está hecho con dos rectángulos de tela unidos formando un poncho corto de algodón.
Actualmente lo usan las otomíes, mazahuas, huastecas, tepehuas, totonacas, nahuas y huicholas, sin importar rango o condición social.
Se confeccionan en algodón, lana y manta, con bordados de animales y flores en punto de cruz. Los de las tepehuas de Veracruz son diferentes a los demás. Éstos son de gasa, elaborados con la técnica llamada tejido en curva” que le da un aspecto redondeado, sin picos, en lugar de llevarlo sobre el pecho y la espalda, se lo acomodan sobre la cabeza.