En la línea.- Eso faltaba: Calderón líder del PAN; Slim no apoya a López Obrador ni al movimiento #YoSoy132

La calificación denigrante de los panistas la emitió el presidente Calderón, quien habría dicho ante consejeros de su partido que éste ya no tiene entre sus filas a los mejores ciudadanos y los candidatos estuvieron a la altura de una militancia cada vez más pequeña, la de pigmeos.

Calderón se ha reunido con consejeros panistas de varios estados, e ignoró al líder Gustavo Madero. El propósito presidencial es refundar al PAN desde sus cimientos y para ello propone que la Asamblea Nacional blanquiazul sea realizada en noviembre próximo, antes de entregar el poder y ser nombrado el nuevo Comité Ejecutivo Nacional.

Queda claro al panismo que Felipe Calderón pretende adueñarse de la dirección del partido y desplazar a Gustavo Madero, quien en reuniones por separado clama por que dicha Asamblea Nacional sea realizada en mayo próximo, como estaba previsto.

Josefina Vázquez Mota quedaría fuera del bando del primer mandatario, quien afirma que fue un error de campaña el haberse querido diferenciar de su gobierno. Ella se declaró “diferente” y en varios estados dominados por el narcotráfico prometió echar a los delincuentes de los mismos, lo cual no ha logrado Calderón.

El jefe del Ejecutivo reconoció que él propuso a la señora Isabel Miranda de Wallace para el Gobierno del DF, pero se hundió al tercer lugar porque no fue arropada por el PAN y perdió su impulso inicial, señalado en las encuestas a principio de año. O sea, Josefina se deslindó de Calderón y a Wallace la ignoró el PAN.

AHORA SE SABE que el presidente Felipe Calderón apoyó a Josefina Vázquez Mota al principio de su campaña, pero los golpes dirigidos a Peña Nieto desde Los Pinos los capitalizaba López Obrador y el Presidente no quiso dar nuevas armas a su odiado rival y que pudiera ganar las elecciones del pasado 1 de julio. Así quedó Josefina desamparada.

Felipe Calderón advierte que Acción Nacional puede fragmentarse y desaparecer de no ser refundado, como le sucedió al COPEI socialcristiano de Venezuela. Él quiere ser el refundador y asumir el liderazgo panista. Vuelve a evidenciar, como lo hizo en su aspiración de procurador de la República, su propósito de seguir en la política.

LÓPEZ OBRADOR, por su parte, cree aún que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación invalidará la elección presidencial. Esto no sucederá porque ese organismo no puede ignorar los 3 millones 329 mil 91 votos que marcan la diferencia entre el ganador Peña Nieto y el tabasqueño. Además, no ha probado la compra de cinco millones de votos que imputó al PRI.

Agotados sus argumentos, López Obrador retó a Peña Nieto a un debate sobre gastos de campaña. Otra ocurrencia más. El proceso está en etapa de calificación y el candidato de las izquierdas anda todavía en los debates. También propuso un presidente interino, lo cual demuestra su ignorancia sobre el proceso constitucional para llenar el hueco de un primer mandatario, en caso de pérdida definitiva.

En el disminuido séquito de López Obrador hay quienes dicen que él es apoyado por el hombre más rico del mundo, Carlos Slim. Falso. El acaudalado hombre de negocios nada quiere saber del tabasqueño, ni ver los despojos de la política mexicana por algún tiempo.

Tampoco es verdad que el dueño de Telmex apoye al dividido #YoSoy132. El hecho de que AMLO haya nombrado a Miguel Torruco Márquez como secretario de su imaginado gabinete presidencial y la hija de éste, María Elena, contrajera matrimonio con Carlos Slim Domit nada tiene que ver con supuestos apoyos a los jóvenes.

Es Miguel Torruco quien ha promovido a la Morena de López Obrador, y Miguel Torruco Jr. estudia en la Ibero y quiso liderar al #YoSoy132. Slim no se inmiscuye en los asuntos de su consuegro ni en los del hijo de éste.

El señor Torruco ya se sentía secretario de Turismo y eso explica su cercanía a López Obrador y los apoyos que le ha brindado. Pero el tabasqueño perdió el piso, al punto de igualarse con Hidalgo, Morelos, Juárez y Madero. El doctor Juan Ramón de la Fuente es excelente siquiatra y debiera auscultar a su amigo antes de que sea demasiado tarde.

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