La periodista deportiva estadounidense Erin Andrews cerró este lunes un capítulo de su vida que tuvo que explicar entre lágrimas sobre un estrado y que calificó de «vergonzoso» -según nota de BBC Mundo-.
La exempleada de la cadena estadounidense ESPN ganó una demanda civil por US$55 millones en contra de un hombre que la grabó desnuda en una habitación de un hotel en la ciudad de Nashville en 2008.
También fueron condenadas por negligencia la compañía dueña del establecimiento hotelero y la que lo operaba.
El jurado se pronunció a favor de Andrews -quien había solicitado en su demanada US$75 millones- y señaló que tanto el acosador como los dueños del hotel comparten la responsabilidad en el hecho, por lo que cada uno deberá pagarle alrededor de US$27 millones a la reportera de 37 años.
Andrews dijo haberse sentido «avergonzada, humillada y mortificada» por el video que el exejecutivo de una compañía de seguros, Michael David Barrett, grabó secretamente desde una habitación contigua a la que se hospedaba la presentadora.
Desde que se publicó la grabación en internet en 2008, ha seguido circulando en diferentes páginas web y es motivo de burlas hacia Andrews, según explicó la periodista al jurado del caso entre lágrimas el pasado 2 de marzo.
Mirilla
Barrett, quien cumple una condena de dos años y medio por acoso a la periodista, admitió que reservó habitaciones de hotel que estuviesen justo al lado de la de Andrews en al menos tres ciudades distintas.
El hombre confesó al Buró Federal de Investigaciones de EE.UU. (FBI, por sus siglas en inglés) que desatornillaba las mirillas de las puertas de las habitaciones de Andrews y las volvía a atornillar al revés. Luego esperaba a que sonara la ducha y salía al pasillo para grabar a la periodista con su celular apuntando en la mirilla.
Barrett también admitió haber hecho lo mismo con al menos 10 mujeres, pero se había interesado en Andrews porque era una figura muy popular en ese momento.
La presentadora deportiva de Fox Sports, Erin Andrews, declaró entre lágrimas al jurado que el episodio de acoso la dejó llena de «ansiedad, miedo y depresión».
Andrews había sido nombrada en 2007 y 2008 como la «presentadora deportiva más sexy» por la revista Playboy.
«Si me hubieran avisado que esta persona solicitó una habitación al lado de la mía, hubiese llamado a la policía», dijo Andrews visiblemente angustiada ante el jurado.
La presentadora insistió en que un empleado del hotel le informó de su número de habitación a Barrett y además atendió su petición de alojarse en el cuarto contiguo.
Los representantes legales de la compañía hotelera argumentaron que aunque lo que le pasó a Andrews es «terrible», Barrett era el único responsable y no aclararon si piensan recurrir la sentencia.
Además, sugirieron que el ascenso en la carrera profesional de Andrews demostraba que no había sufrido de angustia permanente ni depresión.
«Me destrozó»
El exejecutivo de una compañía de seguros, Michael David Barrett, confesó haber grabado a Erin Andrews en tres ciudades distintas.
La presentadora de televisión, que ahora tiene un contrato con la cadena Fox Sports y presenta el exitoso programa «Dancing with the Stars», le dijo al jurado que el acecho de Barrett la dejó llena de «miedo, ansiedad y depresión».
Tanto es así, que en cada habitación de hotel en la que se hospeda, revisa minuciosamente los aparatos de aire acondicionado y otros rincones para asegurarse de que no haya cámaras escondidas.
Uno de los momentos más difíciles que atravesó fue cuando el video se publicó en 2008 y comenzó a especularse que lo había hecho a propósito para hacerse publicidad, dijo.
«Esto lo revivo todos los días de mi vida. O me mandan un tuit con una captura del video o alguien me grita desde las gradas. Me siento tan avergonzada».
Luego de que el jurado fallara a su favor, Andrews agradeció a la comunidad de Nashville desde su cuenta de Twitter y a aquellos que también han sido víctimas de acoso.
«Su apoyo me ayudó a ponerme de pie y pedir que aquellos cuyo trabajo es proteger nuestra seguridad y privacidad rindan cuentas».