Aún estás a tiempo de hacer la maleta y viajar a dos lugares del mundo donde se celebran las fiestas de fin de año más vistosas.
Estrasburgo. La capital de Alsacia reúne todos los tópicos de la Navidad centroeuropea con sus mercadillos y grandes árboles adornados y un ambiente íntimo y festivo. La ciudad sede del Parlamento Europeo celebra el mercado más antiguo de Francia en su plaza de la Catedral, donde hay que probar las bredle, las típicas galletas navideñas, y el vino caliente con especias y canela. El mercadillo de Estrasburgo es uno de los más grandes de Europa y se extiende por casi toda la ciudad y, además, este año ha sido distinguido como el mejor de Europa.
Quebec. El Vieux Port de esta bonita ciudad canadiense se transforma en Navidad en un gran mercado en el que instalan productores locales para vender todo tipo de artesanía, jarabe y mantequilla de arce, dulces y pasteles típicos, todo en un ambiente muy afrancesado. El paseo por su casco antiguo, declarado Patrimonio de la Humanidad, hasta el Château Frontenac es una maravilla, como también lo es la visión de sus fortificaciones, Quebec es la única ciudad fortificada de América del Norte. Un consejo, no perderse el ambiente de la Place Royale, donde Samuel Camplain erigió la primera casa de la ciudad.