México, D.F.- Los enseres mortuorios que acompañaron hace más de 1,000 años al señor Kalom ´Uk´uw, gobernante maya de la ciudad prehispánica de Dzibilchaltún, en Yucatán, cuyo entierro fue descubierto en 1994 por arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta), se exhiben por primera vez reunidos en un montaje que explica la importancia de este personaje y los orígenes del nombre de dicha urbe.
Los objetos forman parte de los nuevos acervos que presenta el Museo del Pueblo Maya de la Zona Arqueológica de Dzibilchaltún, reabierto al público hace unas semanas, luego de un proceso de reestructuración mediante el cual se actualizaron sus contenidos y museografía.
Una de las piezas más importantes del ajuar funerario en exhibición es un hueso de una especie pequeña de venado (yuc) —de apenas 20 cm de largo—, que tiene impresa en bajorrelieve una escena alusiva al inframundo, y un texto de 12 bloques jeroglíficos escritos en doble columna.
El arqueólogo del Centro INAH-Yucatán Rubén Maldonado, quien descubrió el entierro, explicó que la imagen grabada en el fémur de venado representa una escena de muerte e inhumación, en la que se alude al aspecto mítico y antropomorfo del jaguar del inframundo.
El texto jeroglífico sigue el patrón de los “rótulos de nombre”. En los primeros bloques, la escritura indica el objeto, denominado ú-hach-ih bak (el hueso raspado de) y el nombre del dueño, que consta de cuatro signos con valor fonético (deferencia relevante en el sistema de sonidos de dos idiomas): kalom, que significa “el que abre”, de acuerdo con el arqueólogo Maldonado, un título que se atribuye a Chaac, dios maya de la lluvia; el siguiente glifo se compone de tres signos que se leen ´u-k´u-wi, donde uk significa llorar, beber o tener sed.
El nombre completo se refiere al dios Chaac como abridor de las nubes para que caiga la lluvia, y probablemente alude a la función de su portador como sacerdote o chamán hacedor de lluvia, explicó el especialista.
Además del nombre del gobernante de las tierras bajas del norte (Kalom ´Uk’uw), el hueso de venado contiene el glifo emblema del sitio de Dzibilchaltún, cuyo símbolo —hasta la fecha— sólo se ha localizado en tres textos, uno de los cuales corresponde a esta pieza.
Rubén Maldonado abundó que el glifo emblema de Dzibilchaltún es uno de los de mayor importancia, porque permite una reconstrucción del panorama histórico del periodo Clásico Tardío (600-900 d.C.) del noroeste de la península de Yucatán.
A decir del arqueólogo, esta pieza con jeroglíficos es altamente significativa, porque la inscripción es la más completa encontrada hasta el momento Dzibilchaltún, y prueba además que los gobernantes del norte de lo que hoy es el área maya, seguían patrones funerarios semejantes a los que practicaba la nobleza de la zona sur de esta antigua civilización.
El hueso de venado fue colocado en el entierro quebrado en dos partes, dentro de la olla que contenía los restos cremados del soberano. Un fragmento en el fondo de la vasija, y el otro encima de los restos óseos de Kalom ´Uk´uw. Actualmente se exhibe completo como una sola pieza, luego de haber sido restaurado por expertos del INAH.
El investigador Rubén Maldonado comentó que en la nueva museografía del Museo del Pueblo Maya también se presentan cinco de las 20 vasijas que integraban dicha ofrenda; una de ellas es la que contenía los fragmentos de huesos y cenizas del gobernante incinerado.
El señor Kalom ‘Uk’uw es el gobernante mejor conocido de Dzibilchaltún. Se sabe que dirigió los destinos de la urbe maya por lo menos durante un periodo de 20 años, a fines del siglo VIII o principios del IX, anterior a 840 d.C. Su nombre está identificado en tres elementos del sitio arqueológico: en el hueso de venado con jeroglíficos, en un dintel y en el monumento denominado Estela 19.
La Estela 19 también se exhibe al público, al lado de las piezas de la ofrenda funeraria; tiene grabada la representación del gobernante acompañado por los glifos de su nombre. La pieza data del periodo Clásico Tardío y fue elaborada en piedra caliza.
En dicha estela el soberano se ve de perfil y luce un tocado que representa al dios Chaac, acompañado de una hilera de glifos con una inscripción que refiere el nombre de Kalom ´Uk´uw Chan Chak, gobernante de Ch´iy Chan Ti Ho´.
Además se exhibe el cajete con el que estaba tapada la vasija que contenía los restos del dignatario. Es un recipiente de cerámica policroma, procedente del área maya del Usumacinta, en su exterior tiene plasmado a un personaje de alto rango, de cuya boca sale una voluta y en la mano derecha sostiene un signo que alude a una estrella.
El entierro del señor Kalom ´Uk´uw se localizó durante las exploraciones efectuadas en 1994, debajo del piso del cuarto central de la Estructura 42, ubicada en la Plaza Central de Dzibilchaltún; se componía de cuatro ollas que contenían cenizas, los recipientes estaban tapados con platos trípodes; la vasija de mayor tamaño guardaba los restos del gobernante.
El arqueólogo Maldonado explicó que fray Diego de Landa registró, en el siglo XVI, el dato de que los mayas de Yucatán enterraban a sus muertos con ofrendas dentro de sus casas, y que “los cuerpos de los señores y gente de mucha valía eran quemados y sus cenizas colocadas en vasijas grandes, y sobre ellas edificaban templos.
“Esta información nos permite aseverar que el entierro de Kalom, además de representar a un personaje importante, seguramente del linaje gobernante de Dzibilchaltún, indica la relevancia del complejo arquitectónico de la gran plaza central de esta ciudad prehispánica y del propio Edificio 42, donde se depositó la urna funeraria y su ofrenda.”
El Museo del Pueblo Maya se ubica dentro de la Zona Arqueológica de Dzibilchaltún, en Yucatán. Horario: lunes a domingo, de 8:00 a 16:00 horas. Costo: 55 pesos. Entrada libre a maestros, estudiantes, niños menores de 13 años, pensionados, jubilados, maestros y estudiantes con credencial vigente. Domingo: acceso libre a público nacional y extranjeros residentes.