México, D.F.- Pulseras, collares y ajorcas de jade que conformaban el ajuar funerario de un personaje de alto rango que vivió hace más de 2,500 años, y cuyos restos fueron hallados en el sitio prehispánico de Chiapa de Corzo, Chiapas, son exhibidas en la exposición Arqueología del nuevo milenio en Chiapas, en el Museo Regional de esa entidad.
La muestra, organizada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta), se integra por más de 100 piezas, e integra también esculturas, cerámica, lítica, pulidores y joyería de jade, cuya antigüedad abarca del periodo Preclásico al Posclásico (1000 a.C.-1500 d.C.), y dan un panorama general del devenir prehispánico de Chiapas, con el asentamiento de civilizaciones antiguas como la olmeca, maya, zoque y chiapaneca hasta la llegada de los españoles; permanecerá en exhibición hasta finales de mayo próximo.
Dentro de las piezas destaca el ajuar funerario del “Señor de Chiapa de Corzo” —nombrado así por la gente de la localidad—, descubierto en 2010 en el Montículo 11 de esa zona arqueológica. “Hasta el momento se desconoce de qué personaje se trata, ya que no existe escritura glífica que lo indique, sin embargo, consideramos que fue un individuo perteneciente a la elite por el tipo de ornamentos que le acompañaban, muchos de ellos de jade, piedra semipreciosa a la que en la antigüedad se le daba gran valor”, mencionó Emiliano Gallaga, delegado del INAH en Chiapas.
Se trata de la osamenta de un hombre que al morir debió de tener alrededor de 50 años; su ofrenda se integraba por 10 vasijas de cerámica semicompletas, con diferentes estilos monócromos, y un ajuar con más de mil 500 piezas de jade, entre ellas collares, pulseras, orejeras, ajorcas, un faldellín decorado con jade, perlas de río, cuentas de pirita y ámbar, un espejo de pirita, pulidores y varias hachas, así como una concha que le cubría el rostro a manera de máscara.
El arqueólogo Gallaga comentó que varios de esos objetos prehispánicos son exhibidos en esta muestra arqueológica para ejemplificar la importancia de este antiguo personaje, del cual aún se desconoce su filiación étnica, pues cronológicamente el fechamiento de las piezas lo sitúan dentro del periodo olmeca, entre 700 y 500 a. C., sin embargo, la ubicación del depósito funerario corresponde al asentamiento de la cultura zoque, la cual se desarrolló en Chiapa de Corzo de 1500 o 1000 a.C.-700 d.C., por lo que se continúa la investigación.
De igual forma, en esta muestra arqueológica sobresale una escultura en piedra granito, recuperada durante excavaciones de 2010 en la Zona Arqueológica de Iglesia Vieja, un sitio de filiación zoque, ubicado en el municipio de Tonalá. La pieza (de 89 cm de largo y 28 de alto) tiene esculpido el perfil de la cabeza de un águila, ave feroz y fuerte dentro de las creencias mesoamericanas.
Dicha escultura, que abre la exposición, presenta una espiga (elemento para encajarse) que sugirió a los especialistas del INAH que fue un elemento arquitectónico que iba empotrado en algún edificio o muro, o incluso que pudo haber funcionado como alfarda de alguna parte del sitio prehispánico de Iglesia Vieja, el cual, quizá, fue la capital regional de la cultura zoque durante el periodo Clásico (250-900 d.C.); esta zona arqueológica será abierta al público este año.
En Arqueología del nuevo milenio en Chiapas destacan por su antigüedad, un espejo de magnetita y la cabeza de una figurilla antropomorfa, que datan del periodo Preclásico Medio (800-600 a.C.). Ambas piezas, de entre 5 y 9 cm de alto y 5 de ancho, proceden del sitio prehispánico Cantón Corralito, en el Soconusco, el cual tuvo presencia olmeca de 1200 a 600 a.C.
“También es de gran relevancia una estela de dos metros de altura —pieza de mayor dimensión en la muestra—, que tiene representada la figura de un guerrero parado sobre un prisionero de guerra o sacrificado, y que tiene un cetro en una mano y en la otra una bolsa, posiblemente con copal.
“Este monumento se halló a mediados de 2011 en la zona arqueológica maya de Lagartero, cuyo auge fue durante el periodo Clásico Tardío (600-900 d.C.), la cual también se abrirá este año al público para mostrar la magnificencia de sus cuatro pirámides de gran tamaño que conforman su plaza principal, así como una cancha del juego de pelota y templos aledaños a ésta”, señaló Emiliano Gallaga.
Esta nueva exposición del Museo Regional de Chiapas se conforma por cuatro módulos divididos a partir de regiones geográficas. La primera de ellas abarca la zona del Soconusco y la costa de Chiapas, donde se da un panorama del patrón de asentamiento y años de ocupación de esa área, y se muestran los hallazgos recientes de las zonas arqueológicas de Cantón Corralito, Ojo de agua y Mazatán, así como de sitios más tardíos, como Iglesia Vieja, característica por su escultura monumental.
“En el siguiente módulo, Los Altos de Chiapas, se ejemplifican las investigaciones realizadas principalmente en las zonas prehispánicas de Lagartero (en el municipio de Alcalá) y Tenam Puente (en Comitán de Domínguez), donde se han recuperado materiales arqueológicos que aportan nuevos datos sobre los mayas de los periodos Epiclásico y Posclásico (entre 900 y 1100 d.C.)”, abundó el arqueólogo del INAH.
“La tercera sección es la Cuenca del Río Grijalva, donde están sitios como Las Cuevas del río La Venta, de filiación zoque, cuyas características geográficas permitieron la conservación de materiales orgánicos, como cestos, tejidos, huesos y madera, muchos de ellos expuestos en esta ocasión; en este mismo módulo se habla de la zona arqueológica de Chiapa de Corzo, donde se ha encontrado evidencia de ocupación temprana —de 1200 a.C.— de influencia olmeca, y de reocupación del lugar por asentamientos de las culturas zoque y chiapaneca, hasta la llegada de los españoles en el siglo XVI”.
Finalmente, el cuarto módulo presenta los estudios de los últimos diez años en la Cuenca del Río Usumacinta, relativos al patrón de asentamiento, comercio, crecimiento poblacional y utilización del paisaje en sitios como Plan de Ayutla, Palenque y Bonampak; por ejemplo, se explican los trabajos de restauración de las pinturas murales del Templo 1 de Bonampak, y del descubrimiento, en 2010, de una tumba de un personaje de alta jerarquía, cuya ofrenda contenía más de 400 piezas de jade, una vasija de alabastro fragmentada y dos platos policromos completos.
La exposición incluye dos videos, realizados por la Dirección de Medios de Comunicación del INAH, que narran a través de fotografías, entrevistas y reportajes, los trabajos de investigación y análisis de materiales recuperados en diversos sitios como Toniná, Lagartero, Chiapa de Corzo, Bonampak y Palenque.
Asimismo, como parte de la exposición se acondicionó un espacio de excavación simulado al que pueden acercarse tanto niños como adultos, para darse una idea de cómo se hace la investigación arqueológica en campo y sacarse fotografías.
El Museo Regional de Chiapas se localiza en calzada de los Hombres Ilustres, s/n, en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. Horario: 9:00 a 17:00 horas, de martes a domingo. Costo: 46 pesos. Entrada gratuita para estudiantes y maestros con credencial, adultos mayores de 60 años y niños menores de 13. Los domingos la entrada es gratis a público nacional y extranjeros residentes en el país.