Especialistas del Departamento de Toxicología del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) determinaron que factores como el medio ambiente, los hábitos alimenticios y la carga genética pueden provocar susceptibilidad hacia diversas patologías.
En una investigación los especialistas concluyeron que en un contexto de contaminación, el sistema inmune de los individuos juega un papel muy importante en el desarrollo de la susceptibilidad hacia los carcinógenos.
Los investigadores participantes en el estudio se dieron a la tarea de averiguar cómo los contaminantes ambientales pueden condicionar la respuesta inmunológica basal en los individuos y contribuir al establecimiento de infecciones bacterianas, virales y parasíticas.
Libia Vega Loyo, quien es titular de la investigación, explicó en un comunicado, que se enfocaron en estudiar por qué los compuestos químicos sintetizados en laboratorio producen alteraciones en las células, primordialmente del sistema inmune.
Y una vez encontrados los mecanismos de acción será posible establecer tratamientos que reduzcan los efectos biológicos de la exposición a algunos xenobióticos.
Según la investigación del Cinvestav algunos xenobióticos producen daño al material genético porque son carcinógenos potenciales en el humano.
Por ejemplo, explicó Vega Loyo, tras la exposición a contaminantes, se puede detectar deterioro en las bases del ADN, como rompimientos de una o dos de sus cadenas.
Los daños en el ADN que se producen en los individuos, dijo, pueden tener consecuencias diferentes y dependerán de dos factores: el tipo de células que se afecta y la etapa de la vida de la persona.
La investigación pretende conocer más a fondo cómo funciona el sistema inmune, lo que «nos llevaría a desarrollar e incrementar su actividad o encontrar la manera de balancear artificialmente el sistema inmunológico, que podría ser una herramienta valiosa en contra de varias enfermedades», explicó la exponente del Cinvestav.
Agencia El Universal