México, D.F.- La lista de casos no merece mejor carta de presentación que el de Britney Spears, quien después de ser nombrada “La princesa del pop” y tocar el cielo con las manos cayó en una vorágine que casi la sepulta.
La cantante vivió al límite del abismo en 2007, cuando después de su separación del bailarín Kevin Federline, se le vio de fiesta en fiesta, drogada y alcoholizada.
Poco importó a la intérprete aparecer en fotografías y televisión descuidada en su arreglo personal, con varios kilos de más y a veces agresiva con la prensa.
El caso la llevó a perder la custodia de sus hijos y estar ella misma bajo la tutela de su padre, James Spears, a causa del peligro social que representaba.
La doctora Lucero González Franco Haghenbeck describe en su texto las razones de dichas conductas en las personas.
“Son incapaces de explicar su conducta y ésta siempre parece ser impulsiva y difícil de entender, pero la justifica el placer que produce la actividad”.
Es por eso que algunas celebridades como la cantautora Amy Winehouse quien perdió la vida, no logran salir del pozo que ellos mismos cavaron, como Kurt Cobain, River Phoenix, Heath Ledger, Janis Joplin, por mencionar algunos.
A estos nombres se pueden sumar los de Robert Downey Jr., los hermanos Gallagher, Mary-Kate y Ashley Olsen, Frankie Muniz, Macauley Culkin, y la lista sigue y seguirá.
Agencia El Universal