La Oficina Federal de Investigaciones (FBI) estadunidense desbloqueó el celular de Sayed Farook, responsable de un atentado en diciembre pasado en San Bernardino, y retiró su demanda contra la empresa Apple para acceder al dispositivo.
Termina así un largo pleito llevado a tribunales contra la voluntad de la empresa fabricante de iPhone, lo cual simboliza un golpe de mando contra el terrorismo mundial
El celular era propiedad de uno de los dos atacantes que atentaron contra decenas de asistentes a un centro de rehabilitación del sur de California en diciembre pasado.
Tras lograr el acceso, el gobierno pidió a un juez federal en Riverside, California, retirar su petición en la que solicitaba asistencia de Apple al FBI para investigar sobre el atentado, que dejó 14 personas muertas y 21 heridos.
En su explicación, el gobierno federal dijo que con ayuda de un tercero pudieron desbloquear el iPhone sin comprometer ninguna información del aparato.
El celular tenía una clave determinada por el dueño y contenía un mecanismo que con varios intentos se bloquearía de manera permanente perdiéndose así información que podría ser clave en la investigación sobre los atentados.
Apple se había negado a colaborar al asegurar que se establecería un peligroso antecedente para sus millones de usuarios, al poner en riesgo su privacidad.