BUENOS AIRES. —“Al final aquí estamos, a través del teléfono…” Y es que esta era una entrevista prevista para hacerse aquí, en el lobby de algún hotel porteño o durante un intervalo de la grabación de un nuevo ciclo televisivo con el sello Savater.
Cuando este vasco, de 64 años y uno de los intelectuales más respetados de España, dejara de pasearse con Jorge Luis Borges por las calles del porteño barrio de Palermo o la antigua Biblioteca Nacional de la calle México. Agendas y vuelos cerrados y obligaciones previstas de antemano, lo impidieron. Sólo ese socio inigualable de los periodistas como es el teléfono ayudó a que la entrevista con el filósofo y escritor Fernando Savater pudiera concretarse a poco de su llegada al DF, donde acaba de grabar un capítulo de su programa Lugares con genio, el nuevo proyecto para televisión que sus seguidores, acostumbrados ya a verlo en ciclos como Savater 10M (diez mandamientos), Pecados capitales o La Aventura de Pensar, seguramente volverán a disfrutar y a agradecer.
Afable y dispuesto a la charla como de costumbre, entusiasmado con el motivo que lo trajo esta vez a América Latina, como siempre, pero algo molesto, porque mientras rodaba el capítulo dedicado a su amigo Octavio Paz acababan de robarle su computador de la habitación que ocupa en el hotel “Sevilla Palace” donde se hospeda en el Paseo de la Reforma.
“Me desapareció el ordenador de la habitación, hice el reclamo y lo que me responden es que debí haberlo guardado en la caja de seguridad. Increíble”, recuerda ofuscado y en tren de su “deformación profesional” en eso de buscarle el origen y el rumbo a las cuestiones de la vida (dos claves de la filosofía), Savater se pregunta con acierto: “si a uno cuando ingresa al hotel le piden una tarjeta de crédito para asegurarse que a pagar la cuenta, uno debería pedirle una tarjeta similar al hotel para que le garanticen que si lo roban se hacen cargo” y le abre las puertas a una carcajada. Lo que se dice Ética en estado puro, en su condición de veterano profesor en la materia.
Viaje entre libros
A los 64 años y con una prolífica obra ensayística y narrativa en sus alforjas, Savater prepara una nueva experiencia televisiva, junto a la productora “Tranquilo”, la misma productora argentina de anteriores ocasiones. Este ciclo es un viaje con múltiples escalas por lo mejor de la literatura universal, una recorrida junto a los grandes escritores por sus propios laberintos-ciudades.
Ese periplo televisivo de Fernando Savater comenzó en días pasados aquí con Borges y siguió en Isla Negra y en Santiago con Pablo Neruda en un viaje que definió “como muy bello. Por el lugar, por la casa de Neruda que es bellísima y además grabamos con un ahijado del poeta que nació allí y eso fue muy enriquecedor desde todo punto de vista. Grabamos también en la casa de Neruda en Santiago, en “La Chascona”, todo muy bien”.
—¿Qué lo llevó a embarcarse en un proyecto tan seductor?
—Hacía ya mucho tiempo que tenía ganas de hacer este programa. Mientras hacía los ciclos anteriores veníamos hablando de realizar éste, con las ciudades de los escritores o los escritores en sus ciudades y así planificamos a San Sebastián (su ciudad natal) con Pío Baroja, el París de los existencialistas, Madrid y el Siglo de Oro, con Cervantes, Quevedo y Lope de Vega.
La recorrida no termina en México con Octavio Paz ni aquí con Jorge Luis Borges. Continuará en Escocia con Robert Stevenson, por Dublín y el resto de Irlanda con William Butler Yeats y por la bretaña con el romanticismo de Francois René de Chautebriand. Tampoco podían faltar Kafka en Praga o Dante en Florencia y Ravenna, entre otros.
Aún así para Fernando Savater el proyecto no es sólo recorrer lugares, rescatar historias y anécdotas, entrevistar y conocer, sino también que Lugares con genio, advierte le brindó “la ocasión de volver a leer a estos autores que en su gran mayoría había leído en mi juventud como es el caso de Octavio Paz”.
—Venimos de cumplir un nuevo aniversario de la desaparición física (de Octavio Paz). ¿Qué significó él para usted o cómo influyó en su vida intelectual?
—Yo diría que fue fundamental. Un hombre de una universalidad y de una gran inteligencia y generosidad, que en cada viaje mío a México, nos hemos encontrado y hemos conversado mucho. Paz fue un puntal. Un hombre que representa los valores de México pero no sólo por el andar por ese laberinto de soledad o desde lo enraizado en su tierra. Sino que él le introdujo a su poesía una visión más cosmopolita, muy vanguardista que eleva la importancia de su obra.
Durante sus días en México recorrió las calles y la obra del Nóbel mexicano y realizó una entrevista con el escritor Juan Villoro, pero también aprovechó para estar hoy en Puebla, ofreciendo una conferencia sobre “Legalidad y ciudadanía” y mañana martes en el DF, en el marco del V Congreso Nacional de Educación para hablar justamente de otro tema que siempre lo desvela, la Educación (ver recuadro). Agudo observador no sólo de la crisis que viene azotando a España, sino también de todo lo que ocurre política y socialmente en América Latina, en su reciente pasó por Buenos Aires se trabó en un accidental debate, con uno de los exponentes máximos del gobierno de Cristina Kirchner, el jefe de gabinete, Aníbal Fernández.
—Todos pensaban que la discusión sería con Mario Vargas Llosa pero al final usted fue le protagonista de la ira del kirchnerismo….
—Ocurrió que un periodista me preguntó a qué me sonaba a mí la palabra peronismo. Y respondí que a un hombre de mi generación, antifranquista como lo fui toda mi vida, me sonaba a un nombre muy emparentado con Franco, que ser peronista era como ser un “Tiranosaurio Rex” y ahí salió este ministro (Fernández) a decirme de todo y que no podía hablar. Entonces le respondí, como decimos en España: “a palabras necios, oídos sordos…”, que después me dijeron que es lo que hacen muchos argentinos cada vez que habla este señor (risas).
—¿Cuál es su visión de la crisis que afecta a España?
—Pues preocupante. El paro (desempleo) sigue creciendo y no se ve una solución a la crisis en lo inmediato.
—¿Antifranquista y progresista, no teme usted que el casi seguro triunfo del PP en España en el actual contexto de crisis, despierte ciertos atisbos reaccionarios que España había dejado en el pasado?
—Si es cierto que el deterioro del gobierno y el descrédito en el que cayó (José Luis Rodríguez) Zapatero y en la actual crisis, haya despertado ciertos tópicos reaccionarios con ciertas influencias clericales, atacando valores progresistas que no dejan de preocupar ante la posibilidad de que no sea sólo contra el gobierno sino contra todo lo demás.
—Sudamérica, en su mayoría tiene gobiernos progresistas, y sin embargo la pobreza y la exclusión, siguen allí, a buen resguardo. ¿Cómo lo observa usted?
—No puede distribuir equitativamente mediante el voluntarismo o por decreto. El populismo siempre es un retroceso. No se puede espantar a los inversionistas en un mundo como el actual que está absolutamente interconectado. Si creo que una de las mejores formas de redistribuir la riqueza podría ser a través de los servicios públicos. La salud, la educación y la redistribución mediante servicios públicos de calidad sería uno de los mejores caminos para distribuir riqueza.
Así como la charla deriva hacia el universo de la política o la economía, también pasa por alguna referencia turfística, esa otra pasión de Savater. Por eso antes de despedirse promete que se hará un rato, a lo largo de su recorrida por Lugares con genio, prismáticos colgados sobre el cuello para palpitar un final cabeza a cabeza en algún hipódromo inglés. Y es que en las carreras de caballos la épica suele estar tan presente como en la literatura. Y este viaje, el que Savater viene haciendo del brazo de los grandes escritores universales, no deja de tener una épica bien literaria.
Agencia El Universal