Antes de las festividades del señor de Esquipulas peregrinan por las noches «las chuntas», hombres disfrazados de mujeres recorren bailando las calles de la población formando parte de una vieja costumbre originada en la leyenda de doña maría de Angulo (tradición que se remota a la época de la colonia).
Doña María de Angulo
En tiempos de la dominación española llego a Chiapa de corzo para establecerse temporalmente, una señora de elevada cuna cristiana, con numerosa servidumbre y que poseía enorme riqueza espiritual y de bienes materiales. Esta gran señora fue doña María de Angulo que viajaba en busca de salud para ella y principalmente para su hijo quien padecía una extraña enfermedad (paralitico) que ningún medico, curandero o sabio había encontrado cura. Un español encomendero ordeno traer a un yerbero de cerro brujo o Namandiyuguà, quien después de examinar el niño de Doña María mando a que se llevara a bañar en el agua del Jaguey o pequeña laguna de Cumbujuyù y de esta manera prodigiosamente el niño de doña maría de Angulo logro con eso recuperar la salud y caminar.
En tiempos difíciles, el pueblo sufría hambre debido a la sequia de los años anteriores, por esta razón y en agradecimiento por el alivio de su hijo dona María de Angulo recorría la población acompañada de su servidumbre: las chuntàs y los abre campo para repartir los alimentos necesitados.
Chuntaes o chuntàs
En la fiesta de enero, españoles y nativos ricos y pobres. Se unían para preparar los festejos conmemorativos de Doña María de Angulo. En esta fiesta sobresalía en atuendo de chunta que lucían las jovencitas agraciadas y con hermosa sonrisa.
El valioso desfile que las chutaes ofrecían acompañadas con música de viento, tambores, vivas y chinchines, seguía la ruta marcada por los «abre campo» hombres encargados de establecer el orden entre la multitud que se aglomeraba para recibir los regalos de doña María de Angulo, así estos hombres gritaban: «abran campo que pase doña María de Angulo», mandato al cual la gente retrocedía sin vacilar.
En la actualidad las chuntà, significa «criada» o «sirvienta» , y con ello hacen referencia a las mujeres que venían al servicio de doña María que en su mayoría eran de ascendencia negra y usaban camisa y falda larga.
Los Parachicos
A las celebraciones de estas fechas, los españoles las llaman fiestas para el chico, frase que con el tiempo se transformo en Parachicos, vocablo que también hacia referencia al personaje que en las comparsas representaba al tipo español, con la mascara de fisionomía europea, cabello rubio y además, llevando el capote de los patrones, guitarra y la cuarta (especie de látigo) como insignia del encomendero.
Los elementos que conforman la vestimenta del Parachico son: mascara tallada a mano, montera de ixtle, chalina (especie de cubre pantalón) y listones brillantes sobre una vestimenta negra constituyen el lujoso atuendo de los danzantes que se remata con sarape multicolor, así luce el traje que portan los carita de palo, los Parachicos.
Durante 6 días los Parachicos recorren las calles, alegrando a Chiapa de corzo con sus chinchines, danzando y cantando al señor de Esquipulas (enero 15), san Antonio Abad (enero 17), patrones difuntos (enero 18), a san Sebastián mártir (enero 20), desfile de carros alegóricos (enero 22) y misa de Parachicos (enero 23).
El día 23 el sonido del tambor y el carrizo toca con mas fuerza, pero el son contienen notas de melancolía, los cohetes se apagan y los vivas callan, los Parachicos lloran durante su misa por que la fiesta esta apunto de terminar y habrá que esperar un año para volver a vivir esta tradición que mantiene viva sus raíces y fortalece su identidad.
Combate Naval
Cada noche del 21 de enero encontramos el combate Naval se realiza en las aguas del rio Grijalva, y que consiste en un espectáculo de luces artificiales de mil colores.
Esta demostración pirotécnica se ha venido celebrando desde el año de 1599, época en la cual Fray Pedro de Barrientos, Vicario dela iglesia de santo Domingo de Guzmán, fomentando la enseñanza de la pirotecnia, aprovechando a la afición guerrera de los indígenas a través de los juegos navales, evento que se convirtió en una diversión para los chiapanecas, y con el tiempo un espectáculo que fascina a los visitantes.
Enrique Santibáñez, Aristeo Toledo, Roldan Penagos, el pirotécnico Nicolás Espinosa y su hijo Cenobio, Francisco Macías y el capitán Ceballos, integraron el equipo que planeo y creo la versión moderna del combate naval inspirado en la batalla de puerto Arturo y que por primera vez fue presentada el 21 de enero de 1906. El combate se efectúa por las noches sobre las aguas del rio Grijalva; las canoas lanzan vistosos fuegos artificiales, simulando una batalla.
Comida Grande
Puerco con arroz, platillo que disfrutan los Parachicos y chiapanecas en la mesa servida por el prioste (encargado de resguardar al santo) de san Antonio Abad, la tradicional pepita con tasajo o comida grande guiso hecho a base de arroz y pepita de calabaza molida con el cual se agasajan los Parachicos los días 17 y 20 de enero.