El artista plástico Francisco Icaza, integrante de la llamada Generación de la Ruptura y fundador de movimientos significativos para la pintura mexicana como la “Nueva Presencia”, falleció la víspera a los 84 años de edad, en esta ciudad.
Los restos del pintor, quien fue alumno de Rufino Tamayo (1899- 1991), son velados en una famosa funeraria de Miguel Ángel de Quevedo, en el sur de la Ciudad de México, donde familiares, amigos y colegas le dan el último adiós.
El titular del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), Rafael Tovar y de Teresa, lamentó el deceso de artista, quien estuvo dispuesto a llevar su espíritu de transformación como una huella personal papable en el ámbito de la plástica.
“Mis condolencias a los deudos de Francisco Icaza, protagonista relevante de la pintura mexicana”, publicó en la famosa red social “Twitter”, el funcionario cultural.
Por su parte, el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) emitió un comunicado en el expresó su pesar por la muerte del pintor mexicano, quien hasta su fallecimiento fue miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte, del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca).
Francisco Icaza González vio la primera luz el 5 de octubre de 1930, en la embajada de México en El Salvador, pues fue hijo de un matrimonio de diplomáticos mexicanos.
Su interés por la pintura surgió en su infancia y como repuesta a su soledad en la embajada alemana, durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).
En su juventud llevó una vida sin residencia definitiva, al visitar diferentes países de Europa, Asia, Oriente Medio y América.
Posteriormente, decidió como su vocación por la pintura y cursó estudios de Bellas Artes en Bélgica, fue alumno del artista plástico mexicano Rufino Tamayo en Nueva York, Estados Unidos, y discípulo de Antonio Rodríguez Luna (1910-1985), pintor y maestro del exilio español en México.
A principios de la década de los 60 y en compañía de Arnold Belkin (1930-1992), Icaza formó un movimiento neofigurativo bajo el nombre de “Nueva Presencia”, influenciado por las teorías del escritor estadounidense Selden Rodman (1909- 2002) contenidas en su libro “The Insiders”.
Luego, Belkin e Icaza dieron paso a la publicación de la revista-cartel, que en sus cinco números se proclamó el neohumanismo pictórico.
A lo largo de su sólida trayectoria, Icaza exhibió su obra en el Museo de Arte Contemporáneo de San Diego, Estados Unidos; en galerías privadas y en el Museo de Arte Moderno en 1968 y 1998, esta última bajo el título “Pintura”, que recogió 47 obras al óleo de pequeño y mediano formatos.
Su obra puede ser apreciada en la muestra “El milenio visto por el arte”, recientemente inaugurada en el Museo del Carmen, de esta ciudad.
INF./NOTIMEX