
Ciudad de México.- Unos milímetros separaban al helicóptero Cóndores del techo de lámina de la torre de Santa Fe, que se incendió el pasado martes. Francisco Tamez, el piloto, no podía ver nada, estaba a 8 mil 300 pies de altura sobre el nivel del mar, la temperatura era elevada, el viento fuerte y resultaba difícil mantener en vuelo estacionario a la unidad.
Sus movimientos eran dirigidos por Jaime Oropeza Osorno, su asistente, quien se convirtió en sus ojos en el momento más crítico. La tarea de este hombre, de 55 años, era subir a la aeronave a las personas que estaban en peligro en el techo del edificio, tranquilizarlas e indicarle a su compañero hacia dónde virar.
Ambos trabajaron en el rescate del 22 de mayo pasado y este viernes recibieron del Consejo Ciudadano de Seguridad Pública, como reconocimiento a su labor, un cheque por 60 mil pesos, una estancia en un hotel de Querétaro todo pagado para dos adultos y dos niños y un diploma, igual que dos elementos más del grupo Cóndores, cinco de la Policía Preventiva y 25 bomberos.
Jaime Oropeza y Francisco Tamez tienen 18 y 29 años de servicio, respectivamente. Han enfrentado riesgos en varias ocasiones y han aprendido a hacerlo en equipo, a confiar en el compañero porque un pequeño error podría generar la pérdida de vidas.
El pasado martes hicieron dos viajes a lo alto del edificio y rescataron a cinco personas. Aunque su visibilidad era complicada, para Tamez lo más difícil fue ver a la gente tan desesperada.
Instituirán galardón
En el antiguo Palacio del Ayuntamiento, el jefe del gobierno capitalino, Marcelo Ebrard Casaubón, dijo que este año se instituirá la entrega de la Medalla Ciudad de México a servidores públicos heroicos que pongan en riesgo sus vidas para salvar las de otros.
Comentó que en la ciudad se ha ido conformando un equipo muy grande para atender emergencias, integrado por gente dispuesta a poner en riesgo su vida, que se ha convertido en el mejor del país e incluso del mundo.
El mandatario capitalino puso como ejemplo para los miles de brigadistas, el trabajo realizado por los 34 elementos que este viernes fueron premiados, y dijo que si se mantiene la misma actitud, cuando se presente un gran sismo será posible proteger a la población cabalmente.
Lo que nadie vio
Elías Miguel Moreno Brizuela, secretario de Protección Civil local, destacó la pericia de los pilotos de los helicópteros al realizar el rescate sin tener que aterrizar sobre el techo.
Consideró que lo que nadie vio fue lo que pasó en el sótano del edificio, donde se registró el incendio, y se alcanzaron temperaturas de hasta 800 grados centígrados. En el sitio, los bomberos evitaron la propagación de las llamas.
Agencia El Universal