Gran Bretaña y Bélgica alistan el envío en las próximas horas de sus aviones de combate hacia cielo libio, para impedir que las fuerzas leales a Muammar Gaddafi realicen algún ataque aéreo al bastión de los rebeldes en Bengasi.
Luego de la resolución de ayer de la ONU en la que se autorizó imponer una zona de exclusión de vuelos sobre Libia y emplear cualquier medida necesaria para proteger a los civiles, la Unión Europea ordenó esta mañana a las compañías aéreas del continente desviar todos los vuelos civiles con trayectos previstos sobre el país árabe.
La Agencia Europea para la Seguridad en la Navegación Aérea (Eurocontrol) desmintió que el gobierno libio haya cerrado su espacio aéreo, como había informado horas antes con base a informaciones recibidas de las autoridades aeroportuarias de Malta.
Al mismo tiempo, la Unión Europea decidió ampliar sus sanciones contra Libia al sector energético, la principal fuente de ingresos del país, según informaron fuentes comunitarias.
En medio de los enfrentamientos en el país árabe, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) sigue afinando sus preparativos para intervenir en Libia, como parte del esfuerzo internacional para frenar los ataques ordenados por el régimen de Muammar Gaddafi.
El primer ministro de Gran Bretaña, David Cameron, dijo que aviones de combate de los tipos Typhoon y Tornado partirán «en las próximas horas» hacia el espacio aéreo libio, en lo que representa una de las primeras movilizaciones de la comunidad internacional tras la resolución de la ONU.
Con respecto a la posibilidad de bajas civiles ante cualquier acción militar, Cameron dijo que la situación podría ser mucho peor si las fuerzas de Gaddafi tomasen la ciudad de Bengasi, la cual está bajo control de los rebeldes. «No queremos ver un baño de sangre en Bengasi» , mencionó ante los legisladores en la Cámara de los Comunes.
Por su parte Bélgica tiene listos seis cazabombarderos f-16 para participar una eventual intervención en Libia, según declaró hoy el ministro de Defensa, Pieter De Crem.
Los aviones están actualmente desplazados en Grecia para unas maniobras de entrenamiento, y De Crem manifestó a los medios locales que el Gobierno de Bruselas «espera una petición de la OTAN» para una hipotética implicación.
Bélgica ya envió al Mediterráneo central un dragaminas dentro del aumento del despliegue naval acordado la pasada semana por los ministros de Defensa de la Alianza Atlántica.
Ayer por la tarde, tras largas negociaciones, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó con 10 votos a favor y cinco abstenciones una resolución que da luz verde al uso de la fuerza aérea internacional en territorio libio, establece una zona de exclusión aérea y refuerza las sanciones contra el régimen.
En la votación se abstuvieron China, Rusia, Brasil, Alemania e India. A favor votaron Francia, Estados Unidos, Reino Unido, Líbano, Bosnia, Gabón, Nigeria, Colombia, Portugal y Sudáfrica. Las naciones que se abstuvieron advirtieron de los riesgos de las medidas.
Ban Ki-moon, el secretario general de la ONU, dijo que espera una «acción inmediata en lo relativo a las provisiones de la resolución». Anoche, el presidente de EU, Barack Obama, se comunicó con los líderes de Francia, Nicolas Sarkozy, y Reino Unido, David Cameron, para debatir cómo proceder.
Agencia El Universal
