La oficina de Greenpeace en la India tiene un mes para luchar por su supervivencia, luego de que el gobierno en ese país congelara sus fondos como parte de la ofensiva gubernamental más amplia en contra de la sociedad civil, señaló su director ejecutivo, Samit Aich.
Al considerar que se trata de un “estrangulamiento a escondidas”, Greenpeace India exigió al Ministerio del Interior dejar de usar sanciones arbitrarias y confirmar que está tratando de silenciar a Greenpeace debido a sus exitosas campañas.
A raíz de denuncias sobre financiación extranjera, Greenpeace India ha sido objeto de una serie de sanciones impuestas por el Ministerio del Interior, todas los cuales han sido anuladas por el Tribunal Superior de Delhi. La última demanda bloquea el acceso a las cuentas bancarias nacionales financiadas por donaciones de más de 77 mil ciudadanos indios.
El director Ejecutivo de Greenpeace India, Samit Aich, señaló que se está preparando una respuesta oficial, pero el proceso legal podría extenderse más allá del 1 de junio, cuando las reservas de efectivo para los sueldos y gastos de oficina se terminen.
La decisión del ministro del Interior, Rajnath Singh, de bloquear las cuentas bancarias nacionales de Greenpeace India podría conducir, no sólo a la pérdida de 340 fuentes de empleo, sino a la muerte súbita de la organización que en este país empuja campañas sobre desarrollo sostenible, justicia ambiental y energías limpias.
Es la primera vez en casi medio siglo de existencia que la organización ambientalista se enfrenta al posible cierre de una de sus oficinas nacionales debido a la presión ejercida sobre ella.
