Esta mañana, más de 60 activistas de Greenpeace, la mitad de ellos vestidos de oso polar, ingresaron a la sede internacional de la petrolera Cairn Energy, ubicada en Edimburgo para buscar una copia de los planes secretos de respuesta ante un derrame de petróleo de la empresa.
Edimburgo. Actualmente Cairn Energy lleva a cabo arriesgadas perforaciones en aguas profundas para buscar petróleo en el fondo marino del Ártico y de Groenlandia sin haber publicado, tal como lo indican las normas del sector, su plan de contingencias en caso de vertido del hidrocarburo.
Otros activistas entregaron folletos a cientos de empleados de Cairn Energy, explicando cómo pueden hacer público este documento secreto, el cual es fundamental, porque detalla cómo respondería la empresa en caso de un derrame de petróleo en el ambiente prístino de la región, que es hogar de numerosos animales importantes, como los osos polares, morsas y narvales.
«El Ártico es una parte invaluable del patrimonio mundial y no se puede permitir a las empresas petroleras como Cairn Energy ocultar del escrutinio público su arriesgado negocio de perforación en el Ártico. Están escondiendo este documento porque saben que no hay manera de limpiar un derrame de petróleo en las aguas profundas del Ártico. Todo lo que tienes que hacer es mirar el desastre del Golfo de México y traducir eso a la zona del Ártico para saber que la limpieza de un derrame de petróleo sería imposible. El escrutinio público pondría en evidencia el simulacro de un plan de limpieza y destruiría la confianza de los inversionistas», señaló Mike Townsley de Greenpeace Internacional.
«No vamos a parar, el Ártico es demasiado importante. El clima es demasiado importante. Tenemos alternativas. No hay necesidad de perforar en aguas profundas en el Ártico, los únicos que se beneficiarían son las empresas petroleras, los accionistas y los políticos que están en deuda con ellos», abundó Townsley.