El Comité de Investigación comunicó por escrito a una de los activistas de los «30 del Ártico» que no tiene libertad para salir del país. Los abogados de Greenpeace estiman que el resto de los ciudadanos no rusos van a ser tratados de la misma manera, lo que significa que se verán obligados a permanecer en San Petersburgo durante las navidades y posiblemente después.
La semana pasada, los abogados de los 30 del Ártico pidieron al Comité contactar con el Servicio Federal de Migraciones (SFM) y reclamaron las visas para los activistas de nacionalidad no rusa, para que pudieran abandonar el país y regresar a él cuando fueran reclamados por las autoridades. Pero en el escrito a una de las activistas, Anne Mie (Dinamarca), el Comité expresa que no está dispuesto a pedir al SFM que emita dichos documentos. El SFM ha expresado con anterioridad que no emitirá las visas hasta que no reciba una petición directa del Comité de Investigación.
«Estoy listo para volver a casa con mi familia. Fuimos abordados en aguas internacionales y llevados a territorio ruso contra nuestra voluntad, después acusados de un crimen que nunca cometimos y encerrados en prisión durante dos meses. Un respetado tribunal internacional dijo que se nos debería permitir volver a casa, así también lo han pedido muchos presidentes y primeros ministros. Pero no podemos conseguir las visas para salir del país, e incluso si pudiéramos salir, no hay garantía para confirmar si el Comité de Investigación me requerirá para declarar el mismo día que llegue a casa, obligándome a incumplir las condiciones de mi libertad bajo fianza”, declaró desde San Petesburgo Pette Wilcox.
Un fallo en noviembre del Tribunal Internacional del Derecho del Mar (ITLOS), compuesto por 21 eminentes jueces, ordenó a la Federación Rusa que liberase el barco y que los 30 pudieran regresar a sus casas inmediatamente, tan pronto como se depositase una fianza de 3.6 millones de euros en forma de garantía bancaria. Holanda, país donde el Arctic Sunrise está abanderado, depositó la fianza el pasado 29 de noviembre. Rusia está ahora desafiando está orden.