El Senado de la República tiene la oportunidad de mejorar la Estrategia Nacional de Energía 2013-2017 (ENE), presentada por la Secretaría de Energía a fin de que realmente promueva el desarrollo sustentable y se ponga fin a la dependencia a los hidrocarburos.
La ENE se encuentra en proceso de revisión y ratificación de los senadores, quienes tienen la oportunidad y el deber de incorporar metas concretas para una generación de electricidad más eficiente a partir de energías renovables, por medio de la mejora de la eficiencia energética, reducción de los combustibles fósiles y disminución de las emisiones.
Asimismo, deben impulsar una auténtica transición energética que cumpla con la legislación nacional en materia de medio ambiente y cambio climático en el marco de los derechos humanos, la equidad de género y el desarrollo sustentable.
Si bien la ENE contiene algunos avances en cuanto a la apertura a políticas energéticas que combatan el cambio climático, se contrapone al plan presentado por el titular del Ejecutivo, Enrique Peña Nieto, mediante la Comisión Intersecretarial de Cambio Climático, el cual busca que México transite a una economía verde.
¿Cómo dirigirse hacia una economía de esta naturaleza cuando, por otro lado, se continúan impulsando el petróleo y gas como principales fuentes de energía, así como la energía nuclear? son algunas de las contradicciones que plantea la ENE y que fueron expuestas recientemente por las organizaciones Centro Mexicano de Derecho Ambiental; Comunicación y Educación Ambiental; el CTS EMBARQ México; Equidad de Género, Ciudadanía, Trabajo y Familia; FUNDAR; Heinrich Böll Stiftung; Greenpeace México y el Instituto para las Políticas para el Transporte y el Desarrollo.