El gobernador de Texas, Greg Abbott, confirmó hoy que 26 personas murieron y 20 resultaron heridas por el ataque de un hombre con chaleco antibalas contra los feligreses de un servicio religioso en una iglesia bautista en la comunidad de Sutherland Springs, al sur de San Antonio.
“Podemos confirmar 26 vidas perdidas. No sabemos si ese número aumentará o no, pero sabemos que es demasiado”, dijo el gobernador Abbott durante una conferencia de prensa, en la que participaron otros funcionarios estatales.
El número de víctimas es menor a las 28 que habían señalado otras fuentes, pero Abbott corroboró que es la mayor masacre registrada en la historia de Texas, superior a la de la Cafetería de Luby en la comunidad de Killeen, donde 23 personas murieron el 16 de octubre de 1991.
Las autoridades no han dado a conocer las identidades de las víctimas, pero sus edades varían de los cinco hasta los 72 años, y según la estación de televisión local KSAT, entre ellas figura la hija del pastor de la iglesia, una adolescente de 14 años.
En rueda de prensa, el director del cuerpo policial de élite de Texas de los Rangers, Freeman Martin, indicó que 23 personas murieron dentro de la iglesia, dos afuera y una más en uno de los hospitales que atienden a los lesionados.
Martin se negó a confirmar la identidad del atacante para no comprometer la investigación, pero fuentes policiales federales y texanas que pidieron anonimato lo identificaron como Devin Patrick Kelley, un joven de 26 años de edad residente de la comunidad de New Braunfels, al noreste de San Antonio.
El director de los Rangers de Texas informó que el atacante vestía de negro y portaba chaleco antibalas cuando fue visto desde una estación de gasolina aproximarse a la iglesia alrededor de las 11:20 hora local, comenzar a disparar desde afuera y luego ingresar al templo para seguir el ataque.
Al salir del lugar, el atacante fue confrontado a balazos por un residente del lugar, indicó Martin.
El sospechoso arrojó el rifle con el que habría perpetuado la masacre y huyó del lugar en una camioneta deportiva de color blanco, mientras era seguido por agentes de la policía que acudieron ante el incidente.
El hombre fue encontrado muerto en el interior de su vehículo, en el condado de Guadalupe, al norte de Sutherland Springs. Dentro del vehículo fueron encontradas varias armas.
Freeman dijo que aún se desconoce si el hombre se suicidó o murió por alguna lesión hecha por el residente que lo confrontó al salir de la iglesia.
El funcionario advirtió que la investigación tomará tiempo, dado que se están procesando varias escenas del crimen, dentro y fuera de la iglesia, el vehículo y el sitio donde fue encontrado el atacante, así como la casa del sospechoso. “Tenemos que entrevistar a mucha gente”, dijo.
Las autoridades locales y estatales son asistidas por agentes de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) y de la Oficina de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego (ATF).
La iglesia está en Sutherland Springs, un suburbio semirrural de unos 600 habitantes, en el condado de Wilson, al sureste de San Antonio.
Las autoridades desconocen cuántas personas se encontraban en su interior en el momento del incidente, pero varias de ellas lograron escapar y salir del templo sin sufrir lesiones.
El presidente Donald Trump, quien realiza una gira oficial por Japón, describió la masacre como “un acto diabólico” y pidió oraciones para las familias de las víctimas. Trump dijo que se comunicó con el gobernador Abbott y que continuará monitoreando la situación desde Japón.