Con la salida de la última cinta de la saga de Harry Potter, la fiebre por el mundo de los magos ha vuelto. Con la franquicia en sus momentos finales, no es raro que salgan revelaciones para avivar el fuego. Tal es el caso de Greg Palast, un escritor y periodista estadounidense, amigo personal de J.K Rowling. Palast narra que, hace unos años cuando residía en Inglaterra, conoció a Rowling porque ambos compartían lugares en la lista de bestsellers de The Guardian. Los hijos de Palast eran fanáticos de Harry Potter, razón por la cual ambos autores entablaron una buena amistad.
En una de sus charlas, en octubre de 2007, Palast le preguntó a Rowling si había escrito algunos finales alternativos. La escritora dijo que sí y se animó a contarle la trama de algunos de ellos. Aunque la autora no le dio copias escritas al periodista, uno de los finales quedó muy marcado en su memoria. Palast corrió a escribirlo esa misma noche. De cierto modo, es una especie de fanfic inspirado en las ideas de Rowling, pero da una buena idea de cómo terminaría la serie. Si no quieres saber más, te dejo con un poco del arte original del séptimo libro para que te des la vuelta. Si te ganó la curiosidad, prosigue.
Bien, pues la historia inicia en el encuentro final entre Voldemort y Harry en el Bosque Prohibido. Potter marcha resignado para su ejecución, pensando en qué tipo de maldición le lanzarán para matarlo. El joven mago descubre que el Señor Tenebroso le tiene preparado un hechizo especial: ha juntado a cientos de dementores, a quienes les pide “besar” su varita (de acuerdo a la mitología del libro, el Beso del Dementor es una maldición que le arrebata el alma a las personas). Así, Voldemort extrae los “besos” para liquidar a Harry con ese castigo.
Camino al paredón, Potter nota dos presencias fantasmales a su lado, las cuales le reconfortan. En un inicio, creo que se trata de sus padres, pero al voltear a verlos, descubre que se trata de los de Voldemort. Harry encara a su némesis escoltado por Tom Riddle y su novia (?), quienes exclaman: nuestro querido hijo, no dejaremos que te hagan daño. Harry ignora hacia quien van dirigidas las palabras. Al mirar a sus padres, Voldemort estalla en rabia y lanza la maldición hacia Potter.
El mago se inclina para recibir el impacto, pero algo raro sucede. El tiempo marcha hacia atrás (?), convirtiendo a Voldemort en una versión más joven (y poderosa) de él. El hechizo golpea la cicatriz de Harry, y tras un dolor “como si le rompieran el cráneo” rebota hacia su emisor. El efecto hace que Voldemort continúe rejuveneciendo, hasta que convertido en un bebé, los espectros de sus padres le envuelven para protegerlo. El relato de Palast termina con las siguientes frases:
Y entonces [el hechizo] los golpeó. Ahora las tres almas unidas, Tom Riddle, su esposa y su joven hijo, permanecerán para siempre sepultadas en ese momento, incapaces de irse. Y nunca queriendo hacerlo.
Si el final les ha parecido extraño, todavía resta mirar el epílogo. En palabras de Palast, el que se utilizó —el final feliz, 19 años después— es bastante regular; y el escritor considera que Rowling lo escribió pensando en cómo se adaptaría al cine. En el epílogo alternativo, Harry Potter celebra su cumpleaños 150 como Director de Hogwarts (después de los rectorados de Minerva McGonagal y Cho Chang). Ginny su esposa —quien ha decidido convertirse en un ave del paraíso (?)— le aconseja que salga a los patios de Howgarts a festejar. Potter se asoma a los jardines, centrando su atención en la estatua de una pareja y su hijo. Por alguna razón, el hechizo de Voldemort borró de la memoria de todos (excepto Harry) la existencia del Señor Oscuro. Así, sólo Harry sabe qué hay encerrado dentro de esa estatua.
El mago accede a la petición de Ginny de bajar a festejar su cumpleaños, pero antes le dice que quiere mantener vigilado a su tataranieto, un bebé que aún no tiene edad para caminar. El niño está jugando en la alfombra con una rana de chocolate, cuando en un arranque inesperado de furia, “el pequeño Tom aplasta al animal de dulce”. Harry observa ese acto y se percata que al mundo le esperan tiempos oscuros para las generaciones venideras.
En fin, no sé ustedes, pero este final me parece un poco más acorde con el tono oscuro de la serie en sus entregas finales. No hay que perder de vista que fue revelado a Palast en 2007, cuando a J.K. Rowling ya había escrito el último libro de la saga.