Los Ángeles.- Alejandro González Iñárritu dijo el viernes que no está seguro de que ganar un Oscar por »Biutiful» como mejor cinta extranjera cambiaría algo en México.
»No sé si ayude (en algo) pero sería bueno para unos y malo para otros… Pero eso sí, sería muy agradable», indicó el director mexicano, cuyo filme es protagonizado por el español Javier Bardem, a su vez nominado al Oscar como mejor actor.
La cinta en español es la octava apuesta mexicana a mejor película extranjera y, de ganar, sería la primera en lograrlo.
Al ser preguntado si siente cierta responsabilidad hacia los mexicanos por su nominación, dijo: »No, porque no me gusta hacer la de embajador. Hay cosas más importantes que una película».
González Iñárritu, que ya había competido en el rubro en el 2001 con »Amores perros», se medirá en esta ocasión con »Kynodontas» de Grecia, »Hors-la-loi» de Argelia, »Incendies» de Canadá y »H‘vnen» de Dinamarca.
»Vi todas las películas, todas son muy buenas», resaltó el cineasta en un encuentro con la prensa en la alfombra roja del Teatro Kodak, donde el domingo se realizará la ceremonia. »Son muy buenos directores».
Pero al ser preguntado qué tantas posibilidades de ganar cree tener, bromeó: »Tengo 20% de posibilidades … porque compiten cinco películas y cada una tiene 20%».
González Iñárritu también fue postulado en 2007 a mejor director por »Babel», cuyas siete nominaciones incluyeron también una a mejor película.
» (Estar nominado) siempre es una distinción, un reconocimiento a tu trabajo. Es una nota agradable», sostuvo.
El domingo asistirá a la gala en Hollywood acompañado de su esposa e hijos, contó.
»De aquí al domingo voy a dormir mucho», dijo entre sonrisas. »Me levantaré, caminaré, porque me gusta caminar, meditaré y después haré un brindis con algunos amigos (antes de ir a la ceremonia) », agregó.
Dijo que tratará de no ponerse nervioso el día de la ceremonia y que no está preparando un discurso.
»Prefiero dejar que el corazón hable», puntualizó.
»Biutiful» cuenta la historia de Uxbal (Bardem) , un hombre con una enfermedad terminal, padre de dos niños pequeños con una ex esposa mentalmente inestable, que lidia con trabajadores indocumentados en las más oscuras calles de Barcelona al tiempo que hace malabares para tratar de dejar todos sus asuntos arreglados antes de morir.
Agencia El Universal