
México, D.F. Las personas deben tener información confiable respecto a los productos que adquieren, porque sólo así se podrá fomentar un consumo responsable, afirmó la comisionada presidenta del Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (IFAI), Jacqueline Peschard.
Al presentar el estudio El acceso a la información en la sociedad de consumo: de la comida chatarra a los productos milagro, publicado por el IFAI en el número 19 de su serie “Cuadernos de Transparencia”, Peschard dijo que sólo con ese tipo de información las personas podrán contar con elementos que les permitirán elegir, consciente y razonadamente, lo que satisfaga sus necesidades, además de no poner en riesgo su salud.
El estudio fue elaborado por Alejandro Calvillo Unna, fundador y director de la organización civil El Poder del Consumidor, A.C., y al respecto, la comisionada presidenta subrayó que es compromiso del IFAI publicar y difundir obras como ésta, la cual, brinda un panorama muy amplio en lo que se refiere a la regulación de la información que debe proporcionarse sobre los productos de consumo.
Peschard expuso que la regulación del Estado referente a las características reales de los bienes y servicios que se oferten debe ser conocida por los consumidores, para que puedan elegir con información fidedigna y no con información parcial o infundada.
También dijo que es responsabilidad de las empresas y de los productores informar a sus clientes de forma oportuna y accesible sobre lo que les están vendiendo y no utilizar de manera ventajosa los canales de comunicación para cumplir simplemente con el objetivo de vender.
En el estudio, Alejandro Calvillo Unna sostiene que la falta de información y el engaño al consumidor son algunas de las causas principales del “éxito” de los llamados productos milagro y del mayor problema de salud pública que enfrenta el país: la epidemia de sobrepeso y obesidad.
A los productos milagro, dice, se les hace aparecer como la solución mágica a diversos problemas de salud (por ejemplo, al del sobrepeso y la obesidad), además de que se han convertido “en un gran negocio de fabricantes, comercializadoras y medios de comunicación”.
El autor desarrolla en su trabajo diversos temas, como: el derecho de los consumidores a la información; la comida chatarra y el derecho a la información; los productos milagro y el derecho a la información.
En sus conclusiones propone que el acceso a la información en materia de alimentos y bebidas debe ser un requisito para preservar la salud, y afirma: “Etiquetados que realmente orienten a los consumidores, publicidad que no engañe y una normatividad que asegure productos de calidad deben ser garantizados por las autoridades competentes”.
Asimismo, sostiene que para enfrentar la epidemia de malnutrición, se requiere de campañas efectivas de orientación alimentaria que permitan a los consumidores tener acceso a la información necesaria para distinguir las cualidades de los diversos alimentos.