Para el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), el Comité Nacional Mexicano del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS) de la UNESCO ha sido un permanente interlocutor, consultor e incansable vigilante del patrimonio cultural, que examina profundamente nuestra labor, ya que sólo con la crítica podemos mejorar, manifestó Teresa Franco, directora general del Instituto.
Al tomar protesta a Graciela Mota Botello como presidenta del Consejo Directivo del ICOMOS Mexicano 2015-2018, Teresa Franco reconoció el esfuerzo realizado por este organismo por una convocatoria amplia y plural que refrenda su vocación nacional, su carácter internacional y la necesidad de unir voluntades, ciencias y trabajo para preservar el patrimonio.
Mencionó que el INAH, el ICOMOS, el Instituto Nacional de Bellas Artes y la Dirección General de Sitios y Monumentos han compartido una larga vida en común (cincuenta años) que ha producido convergencias y divergencias.
“No es de sorprenderse, porque en nuestras instituciones trabajamos con una misma misión: la conservación y protección de monumentos y sitios de interés arqueológico, histórico y artístico, así como de los grandes valores depositados en ellos y vividos por una sociedad”.
La directora general del INAH expuso que la opinión crítica de los miembros y directivos del ICOMOS Mexicano, fundamentada en análisis técnicos y especializados, ha contribuido sustancialmente en el quehacer relacionado con la conservación del legado patrimonial del país y, por tanto, en la aplicación y cumplimiento de la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos, y de la Convención del Patrimonio Mundial.
Resaltó que el principal propósito del organismo, surgido en 1965 por iniciativa del entonces secretario de Educación Pública, Jaime Torres Bodet, es establecer una colaboración internacional a nivel doctrinal, técnico, legislativo y científico entre los especialistas en la conservación y restauración de los monumentos y sitios patrimoniales.
“Compartimos también con el ICOMOS la responsabilidad y el compromiso de mejorar la difusión de las materias que son de nuestro interés y competencia. De un lado tenemos el enorme mundo digital, y debemos aliarnos con el conjunto de medios de comunicación de redes sociales, pero nada nos exime del trabajo directo en comunidades”.
En la ceremonia realizada en el Auditorio Jaime Torres Bodet del Museo Nacional de Antropología, Teresa Franco invitó a Graciela Mota Botello a formar parte como Consejera Titular, en su carácter de presidenta de ICOMOS Mexicano, dentro del Consejo de Monumentos Históricos Inmuebles del INAH, cuya función principal es emitir opiniones técnicas especializadas en las áreas de monumentos y zonas de monumentos históricos, arqueológicos y paleontológicos.
En el nuevo Consejo Directivo de ICOMOS Mexicano, que concluirá en 2018, Carlos Hiriart participará como vicepresidente.
Olga Orive Bellinger, en su informe como titular del Consejo Directivo saliente, enfatizó que durante su gestión (2009-2015) se realizaron seis Encuentros Internacionales de Conservación del Patrimonio Cultural, donde se trataron temas como El patrimonio cultural del agua y Las ciudades y su patrimonio, vinculación con la planeación integral.
La construcción de redes de trabajo con la sociedad civil fue un reto que asumió, por lo que se integró la participación ciudadana como elemento activo en su plan general de trabajo en torno al estudio, conservación y defensa del patrimonio.
Dijo que el presente y el futuro del patrimonio no deben ser sólo preocupación de las instituciones y del gobierno, “el ICOMOS asume también esa responsabilidad y la hace con toda conciencia de sus alcances”.
Graciela Mota Botello adelantó algunos puntos de lo que será su plan de trabajo como presidenta de ICOMOS Mexicano: mejorar la situación financiera del Comité Nacional; incrementar el padrón de miembros, sobre todo de jóvenes, así como exaltar la calidad de sus expertos por medio de actualizaciones y capacitaciones en el manejo de los documentos doctrinarios actuales.
Concluyó que se deberán consolidar las actividades de los comités estatales; fortalecer y hacer científicas las tareas de los comités científicos a partir de ordenar sus metas y resultados; incrementar la presencia de los miembros mexicanos en los comités científicos internacionales de ICOMOS, y publicar y divulgar periódicamente sus diagnósticos locales y nacionales, así como sus propuestas de intervención.
