Contribuir a que los niños reflexionen en torno al cuidado del medio ambiente, las especies en peligro de extinción y el cambio climático, a partir del legado cultural de los mexicas y la utilización de materiales de reciclaje, es uno de los objetivos del taller “De las chinampas a los huertos urbanos”, que impartirá el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) a través del Museo del Templo Mayor (MTM).
De este modo, el MTM invita al público infantil, de entre 5 a 7 años de edad, a conocer más acerca de esta cultura prehispánica y a proteger y preservar el entorno natural mediante un curso a realizarse del 20 al 31 de julio.
Los mexicas, una de las civilizaciones más trascendentes de Mesoamérica, lograron grandes avances tecnológicos. Al establecerse en un lago, construyeron la imponente Tenochtitlan ganándole terreno al caudal, y concibieron técnicas agrícolas, como las chinampas, para obtener una extensa variedad de alimentos, en equilibrio con la naturaleza.
Marisela Sánchez Mota, encargada de impartir el taller, comentó que los niños aprenderán sobre la historia de los mexicas recorriendo las salas dedicadas al dios Tláloc, a la flora y fauna, y a la agricultura. Se buscará que produzcan minijardines y huertos como una forma de combatir las “islas de calor” (concentración de calor en cierta zona de la ciudad ocasionada por la urbanización), y al mismo tiempo proteger, preservar y conservar el entorno y las especies que habitan el planeta.
“Queremos que los niños reciclen objetos que a diario se desechan en casa, como botellas y botellones de plástico, cubetas, todo lo que genera contaminación, con el fin de reutilizarlos en la elaboración de pequeñas huertas”, dijo.
Con la generación de estos espacios verdes, los niños podrán explicar cómo los mexicas sembraban las simientes y cómo cultivaban los recursos que necesitaban para alimentarse, en armonía con el medio ambiente.
En la Sala de Agricultura se abordará el tema de las chinampas y se explicará, mediante un diorama, cómo este sistema de cultivo consistía en islas artificiales que se lograban por la poca profundidad de algunos lagos, los manantiales y la vegetación flotante. Asimismo, brindará una vista panorámica de la Cuenca de México para apreciar el lago de Texcoco y, al centro, la ciudad de Tenochtitlan y su urbe gemela: Tlatelolco, civilización que le ganó terreno al vital líquido.
Así, en recipientes que normalmente se ocupan para cosméticos, se sembrarán plantas medicinales como la manzanilla, hierbabuena y menta, entre otras. Mientras, con los envases de agua de 10 litros se elaborará un jardín portátil que sólo requiere poco espacio y, si se necesita mover, puede desplazarse a otro lugar.
“Les mostraremos cómo sembraban los mexicas por medio de las chinampas, les diremos cómo se hace una, incluso se harán almácigos, depósitos pequeños de tierra para las semillas que se utilizaban para ahorrar espacio y proteger la simiente hasta que ésta germinara. Esto se hará utilizando los cascarones de huevo, que rellenarán de tierra para depositar los granos”, detalló la tallerista.
Tras recorrer salas como la dedicada a la agricultura, los participantes elaborarán jardines usando botellas de plástico que rellenarán con tierra y plantas, que podrán colgar en techos, ventanas o adosar a cercas y paredes donde puedan recibir los rayos del sol.
Se harán huertos de condimentos con materiales que normalmente se desechan, como zapateras viejas, botes de helado o yogur. Por último, además del jardín, realizarán un huerto ambulante elaborado en un huacal que tendrá plantas de jitomate, tomate y chile.
La idea es que niñas y niños conozcan cómo los mexicas cultivaban los lugares sobre el agua, las formas de las chinampas y los utensilios que empleaban para sembrar (bastón plantador y la coa), a fin de obtener gran variedad de alimentos, explicó Marisela Sánchez.
“Los niños observarán en la Sala de Flora y Fauna los sedimentos de plantas de jitomate, maíz y frijol, y también gran cantidad de restos de animales: codornices, colibrís y perros, entre otros, que fueron encontrados como parte de las ofrendas. Al mismo tiempo, conocerán la finalidad de éstas y su significado económico y religioso”, expuso.
Posteriormente, con envases de plástico de un galón, elaborarán una pajarera que se podrá colocar en cualquier sitio para alimentar aves, y un comedero para perros, con el fin de crear interés por el cuidado de los animales.
Después de recorrer la Sala de Tláloc, a través de las técnicas de la hidroponía y la aeroponía, los infantes producirán plantas sustentables en botellas de plástico y cultivarán semillas de alfalfa y soya en empaques de tetra pack. La intención es que comprendan la importancia de la deidad del agua, la lluvia y la fertilidad, representada con peces, ranas, serpientes, cocodrilos, caracoles y vasijas con el rostro de los tlaloques, que eran los encargados de formar la lluvia.
El taller se realizará de 10:00 a 13:00 horas y es gratuito. Los participantes deberán llevar el material con la idea de que lo reciclen y no lo compren. El museo aportará las pinturas, tierra y semillas.
Asimismo, el Museo del Templo Mayor ofrecerá a los asistentes los talleres “Popotl, popote, popotillo”; “Flores amarillas”; “Artefactos luminosos” y “Mosaico en cráneo”.
Informes e inscripciones en el Departamento de Comunicación Educativa del museo al teléfono 4040 5600, exts. 412931 y 412932, o a los correos: edutemplomayor@inah.gob.mx y patricia_herrera@inah.gob.mx. Cupo limitado.