México, D.F.- Los internos de la Comunidad para el Desarrollo de Adolescentes (CDA), ubicado en Tlalpan, se encontraron este martes 13 de diciembre de 2011 con la apertura de un Paralibros dentro de las instalaciones donde habitan, el cual les ofrece la oportunidad de imaginar mundos distintos a través de la lectura.
Se trató de la apertura de uno de los diez módulos que instalará Conaculta, a través del programa Salas de Lectura, en diferentes puntos de la Ciudad de México, aunque es importante destacar que este es el primero que se ubica en un lugar cerrado y que está destinando a atender a una población que se encuentra en reclusión.
En la ceremonia de apertura estuvieron presentes Laura Emilia Pacheco, titular de la Dirección General de Publicaciones (DGP); Socorro Venegas, responsable del programa de Salas de Lectura, y Raquel Olvera, directora general del CDA.
En su oportunidad, Pacheco destacó que se trata de un recurso que busca sumarse a la estrategia que el propio centro aplica en el proceso de reincorporación a la sociedad de los jóvenes, pues el acervo que se ofrece está pensado para fomentar la imaginación.
“Se trata de una estrategia literaria para impulsar el hábito de la lectura entre los jóvenes, que en este caso tiene la particularidad de estar enfocado a personas en situación de reclusión”.
Cabe señalar que las Comunidades Especializadas de Atención para Adolescentes fueron creadas con la finalidad de apoyar a los jóvenes en detención con un conjunto de profesionistas especializados en rehabilitación, para que puedan reincorporarse a la sociedad.
La apertura de este módulo de Paralibros contó con el apoyo de la Secretaría de Cultura del Distrito Federal; por ello, Laura Emilia Pacheco destacó que se encuentran en negociaciones con las autoridades capitalinas para repetir esta experiencia en otro centro de atención similar.
Dio a conocer que, a la par de estos preparativos, se inaugurarán nueve Paralibros en distintos puntos de la capital del país, todos ellos en espacios abiertos como plazas o jardines, así como en sedes de organizaciones que lo han solicitado, como es el caso del Centro Cultural Faro de Oriente.
Los Paralibros son replicas de los parabuses, es decir, se trata de estructuras colocadas sobre aceras de calles o avenidas para atender a los usuarios del transporte público, solo que en este caso, han sido dotados de espacios plegables o desmontables que cuales contienen libros. Cada uno cuenta con un acervo de 365 diferentes títulos, uno para cada día del año.
En el caso de la población de la Comunidad para el Desarrollo de Adolescentes (CDA), además de tener acceso a los ejemplares, los jóvenes propusieron fabricar ellos mismos sus propios cojines para poder sentarse alrededor del Paralibro y disfrutar de la lectura del que les interese.
Para coordinar el préstamo de los ejemplares, se nombrará a un mediador de lectura que atenderá las solicitudes de los varones y otra las de las mujeres que también se encuentran en situación de detención.
El predio de la Comunidad para el Desarrollo de Adolescentes (CDA) está dividido en dos secciones, en una de ellas viven las 38 jóvenes, que han sido asignadas a ese lugar, y en la otra, la más grande, los 128 hombres.
En el patio central de esta segunda sección es donde fue colocado el Paralibros. Es una zona peatonal a la cual se tiene acceso desde todas las secciones del lugar. Entre semana se establecerán horarios para las sesiones de lectura y los fines de semana, los habitantes de esta Comunidad podrán compartir con sus familiares este nuevo recurso e incluso prestarles algún ejemplar.