
* Ni PAN, ni estructura ni candidata famosa
* Tabasco: Evaristo insiste en dividir al PRI
De fuente de euforia y orgullo, Isabel Miranda de Wallace ha pasado a ser motivo de preocupación.
Los panistas de verdad, no los dirigentes montados en y dependientes de la estrategia electoral presidencial, han dejado de verla con esperanza para las elecciones de julio.
La madre de Hugo Wallace, en cuyo secuestro se montó doña Isabel para fabricar su popularidad y ser referente de quien se entrega a la búsqueda de un ser querido, no crece.
Se perdió el impacto de su candidatura, urdida en Los Pinos pero instrumentada por Gustavo Madero, a fin de capitalizar su buena imagen como luchadora social.
En aquel buen momento reposicionó al PAN y su postulación se vio como un acierto para enfrentarla a la priísta Beatriz Paredes, un cuadro también en caída.
Hubo otro momento de esperanza azul, a principios de febrero, cuando la ola era nacional por la elección de Josefina Vázquez Mota como precandidata presidencial.
Resultaba lógico: ella y sus dos contendientes, Santiago Creel y Ernesto Cordero, saturaron el cuadrante de la radio y las pantallas televisivas durante meses, mientras los demás aspirantes fueron borrados del mapa.
Esas olas de popularidad se ha dispersado en el tiempo y en la sociedad.
ASPIRANTES DELEGACIONALES SIN APOYO
El mejor termómetro de la realidad panista son los aspirantes a candidatos a jefes delegacionales.
Son más de 40 y no pueden estar equivocados.
En sus recorridos por la ciudad de México han encontrado a un partido sin estructura, sin bases organizadas, sin espíritu de combate y sin relación alguna con la señora Isabel Miranda de Wallace.
Tampoco hay grupos de apoyo y de trabajo para la señora Miranda de Wallace.
Es decir, no advierten presencia del PAN nacional de Gustavo Madero ni del capitalino de Juan Dueñas, y menos un trabajo de base de quien aspira a gobernar la mayor urbe tal vez del orbe, la señora Miranda de Wallace.
Sus preocupaciones parten de varios escenarios.
Tres de ellos:
1.- No es posible aspirar a derrotar una fuerza manipuladora de programas sociales como el Partido de la Revolución Democrática (PRD) sin un maquinaria bien aceitada.
2.- Se desaprovecha la oportunidad de colocar al PAN como opción de gobierno cuando se respira un cansancio y hasta rechazo al PRD en amplios sectores de la capital.
Y 3.- sin organización ni campaña la mayor perjudicada será Josefina Vázquez Mota porque será muy bajo el caudal de votos en el Distrito Federal, necesarios para estar en la competencia nacional.
Todos ellos –PAN, Madero, Miranda de Wallace, Dueñas- tienen tiempo para rectificar, pero cada día es menor.
DEL PRIISMO DE MOREIRA AL DE COLDWELL
Julio nos dirá si el cambio de estrategia priísta fue correcto.
Con Humberto Moreira había escenarios para todos los estados y para Guanajuato preparaba un entramado de alianzas con la intención de arrebatar el gobierno al PAN.
Sin embargo, errores propios y una embestida feroz obligó al cambio de presidente y, en la emergencia, Pedro Joaquín Coldwell ha solucionado a tumbos las candidaturas.
Ayer quedó definida la de Juan Ignacio Torres Landa en detrimento de propios y externos: el priísta Francisco Arroyo Vieyra y el panista José Angel Córdova.
La postulación salva la división interna, lo cual puede dar votos a Enrique Peña Nieto aunque no se vean mayores posibilidades de victoria estatal.
Otra entidad pendiente es Tabasco, donde Evaristo Hernández sigue en labor de zapa contra el PRI y a favor del PRD.
Hernández no se resigna a su suerte: no lo quieren en ninguno de los dos partidos, como quedó demostrado cuando acudió con Andrés López y le informó sobre los esfuerzos de postular a Jesús Alí en lugar de Luis Felipe Graham.
Se inscribió para contender en el PRI, forzó una elección y su empecinamiento puede ser augurio de divisiones.
Hace falta un manotazo.