Dos meses después de unas elecciones generales que ganó el centro-izquierda por la mínima, Enrico Letta ha terminado haciendo lo que su hasta ahora jefe en el Partido Democrático (PD), el candidato frustrado Pier Luigi Bersani, juró que jamás haría: pactar un Gobierno con el líder del Pueblo de la Libertad (PDL), Silvio Berlusconi -según nota de El PAÍS-.
En cumplimiento del mandato recibido el pasado miércoles por parte del presidente de la República, Giorgio Napolitano, el socialdemócrata Letta, de 46 años, presentó un Gobierno en el que la vicepresidencia y el ministerio del Interior recaerán en Angelino Alfano, el delfín de Berlusconi.
Sin embargo, el próximo primer ministro –el juramento se producirá el domingo a las 11.30— ha logrado evitar la entrega al PDL de las carteras más codiciadas, Economía y Justicia, que recaerán respectivamente en el director general del Banco de Italia, Fabrizio Saccomanni, y en la hasta ahora ministra del Interior del Gobierno de Mario Monti, Anna Maria Cancellieri.
Durante la lectura ante la prensa del nombre de sus 21 ministros –ocho de ellos sin cartera–, Enrico Letta destacó en un par de ocasiones la satisfacción que le produce el elevado número de mujeres –ocho, un récord para Italia–, entre las que destacan la radical Emma Bonino, excomisaria europea, y Cécile Kyenge, una médica de origen congoleño que será ministra de Integración.
Nada más anunciar su Gobierno, Enrico Letta dijo que sentía una “sobria satisfacción” y acto seguido recibió el apoyo expreso y muy cordial del presidente Napolitano, que se acercó al atril para resaltar que se trata de un Ejecutivo político, formado dentro del marco constitucional italiano y siguiendo la praxis democrática. “Es el único gobierno posible”, advirtió el anciano presidente de la República, “por el bien de Italia y de Europa no se podía tardar más”.
En los últimos tres días, Letta se reunió con las diferentes fuerzas parlamentarias para confirmar o no la viabilidad del encargo de formar un «Gobierno de servicio al país».
Según EFE, el Gobierno de Letta contará con los apoyos necesarios para salir adelante, después de que su partido haya pedido un «sí» unánime (no se ha superado el clima de división interno plasmado en la elección del jefe del Estado) y de que cuente con el compromiso favorable de la formación del primer ministro en funciones Mario Monti y aparentemente también del PDL.
En contra votarán el Movimiento 5 Estrellas del cómico Beppe Grillo, el partido Izquierda Ecología Libertad, que acudió a las elecciones en coalición con el PD, y Hermanos de Italia, grupo escindido del PDL, mientras que la Secretaría Política de la Liga Norte decidirá su voto en las próximas horas.
En una de las últimas entradas de su blog, Grillo volvió a arremeter contra la formación de este Gobierno de unidad encabezado por Letta, pues, a su juicio, «el Ejecutivo que está naciendo es una acumulación digna del mejor bunga-bunga», en alusión a la expresión utilizada para definir algunos episodios de índole sexual que supuestamente tuvieron lugar en las fiestas de Berlusconi.
La formación del nuevo Ejecutivo permitirá poner fin a dos meses de bloqueo político en Italia, después de que las elecciones de finales de febrero dejaran un Senado sin mayorías claras que, hasta ahora, no han permitido la investidura del nuevo Ejecutivo.