Los Ángeles.- Michael Jackson se veía enfermo y en malas condiciones seis días antes de morir y se retiró más temprano de los ensayos, le dijo el martes a un juez el coreógrafo Kenny Ortega, la última persona que trabajó con el Rey del Pop en la gira que nunca concretó.
Ortega, quien al ver que Jackson no lucía bien le recomendó irse más temprano a casa, declaró que a la mañana siguiente lo llamaron de la mansión del artista, donde el doctor Conrad Murray le dijo que no tratara de comportarse como el médico o psiquiatra de Jackson.
Murray sugirió que no debió haber mandado a Jackson de regreso a casa porque él estaba bien emocional y físicamente, declaró Ortega.
El coreógrafo presentó su testimonio durante una audiencia preliminar para determinar si Murray, el médico personal del cantante, será enjuiciado bajo el cargo de homicidio involuntario.
El vicefiscal de distrito David Walgren abrió la sesión diciendo que Jackson ya estaba muerto cuando Murray pidió ayuda y que el médico intentó ocultar que le había administrado el potente anestésico propofol al astro del pop, pidiéndole a un guardaespaldas que recogiera algunas cosas antes de que llamaran a los paramédicos.
Ortega, quien luego dirigió la película sobre el concierto de Jackson »This Is It» con material grabado durante los preparativos, declaró que Jackson estaba de buen ánimo en la mayoría de los ensayos, emocionado por los avances que se habían logrado para la serie de conciertos en Londres.
En los días previos a su muerte, declaró, Jackson le dijo que no había nada de qué preocuparse y le dio un gran abrazo.
Ortega dijo que comenzó a preocuparse el 19 de junio del 2009 cuando Jackson llegó a ensayar al Staples Center.
»No se veía nada bien. Estaba helado y hablaba bajito… No estaba en condiciones de ensayar», expresó Ortega.
Walgren, sin embargo, dijo al principio de su intervención que Jackson había tenido un ensayo »fantástico» dos días antes de morir y estaba listo para viajar a Londres en los próximos días.
El cantante murió el 25 de junio. Las autoridades argumentan que Murray le proporcionó una dosis letal de propofol y otros sedantes en la habitación de la mansión que Jackson había alquilado.
»La evidencia demostrará a través de la declaración de expertos, que de cualquier forma, Michael Jackson ya había muerto en la habitación de 100 North Carrolwood antes de la llegada de los paramédicos», dijo Walgren.
Murray le estuvo dando a Jackson propofol, un anestésico que normalmente se administra en instalaciones hospitalarias, seis noches a la semana por dos meses antes de que el cantante muriera, dijo el fiscal.
El asistente personal de Jackson Michael, Amir Williams, declaró asimismo el martes sobre la caótica escena que consiguió en la mansión y en el hospital el día de la muerte del cantante.
Williams dijo que Murray lo llamó y le pidió desenfrenadamente que le dijera a los guardaespaldas que ayudaran al cantante, que estaba en una habitación. Declaró que Murray le dijo que Jackson había tenido una »mala reacción» y que necesitaba ayuda urgente, pero que no le pidió que llamara al servicio de emergencias 911.
Williams sostuvo que el caos reinó en la mansión y el hospital, mientras comenzaba a congregarse una multitud de gente.
La madre de Jackson, Katherine, su hermana LaToya y su hermano Jackie asistieron a la audiencia del martes.
Luego de la audiencia, que durará varios días, un juez determinará si hay pruebas suficientes para enjuiciar a Murray. El cardiólogo se declaró inocente y sus abogados han alegado que no le administró nada a Jackson que pudiese haberlo matado.
Agencia El Universal