James Gandolfini, actor de 51 años que se hizo famoso por su papel del mafioso Tony Soprano en Los Soprano, murió este miércoles en Roma de un infarto de corazón, según confirmó la cadena HBO. Otros medios han apuntado que pudo sufrir un derrame cerebral. Gandolfini, que se encontraba de vacaciones en Italia, tenía previsto acudir al Festival de Cine de Taormina este jueves -según nota de El PAÍS-.
“Estamos todos perplejos y sentimos una gran tristeza por la perdida de alguien que es parte de nuestra familia”, explicó la cadena televisiva en una comunicado. “Era un hombre especial, con un gran talento, pero lo más importante es que era una persona generosa y cariñosa con cualquiera, trataba a todo el mundo con el mismo respecto. Llegó el corazón de muchos con su humor, su calidez y su humildad. Nuestros corazones y oraciones están con su mujer y sus hijos en este momento de dolor”, ha añadido HBO.
Nacido en Westwood (Nueva Jersey) el 18 de septiembre de 1961, su padre era un inmigrante italiano que desarrolló varios trabajos a lo largo de su vida. Su madre, Santa, fue la encargada de un comedor en una escuela de secundaria. Estudió en el instituto Park Ridge y en la Universidad de Rutgers donde se licenció en comunicaciones en 1983. En una entrevista, Gandolfini aseguró: “Lo que estaba claro es que yo tenía que ir a la universidad. Mi madre siempre decía que yo iba a ser el primer italiano universitario en Estados Unidos.
Cuando llegué el primer día, el centro educativo organizó una fiesta con pasteles. Entonces me pregunté por qué había discutido tanto con ella. ¡Aquello era genial!”. Tras graduarse y antes de interesarse por la actuación, condujo un camión de reparto, fue encargado de discotecas y dueño de un bar en Manhattan. A los 25 años empezó a dar clases de interpretación después de que un amigo le llevara a una clase. Estudió durante dos años.
Gandolfini comenzó su carrera profesional en los teatros de Nueva York y debutó en Broadway en 1992 en el montaje de Un tranvía llamado deseo al lado de Jessica Lange y Alec Baldwin. En 1993 participó en el rodaje de Amor a quemarropa, una producción escrita por Quentin Tarantino. También participó en éxitos taquilleros como Velocidad Terminal y Coacción a un jurado, en las que interpretó el papel de gángster.
En 1999, su estructura musculosa consiguió encandilar al director David Chase y consiguió el rol de Tony Soprano, un jefe de una banda mafiosa de Nueva Jersey y padre de familia que sufre ataques de pánico. Su personaje, con un aspecto exterior de duro pero con una rica vida interior, le hizo ganar tres premios Emmy y un Globo de Oro al mejor actor y le dio fama mundial.
Los Soprano estuvo en antena seis temporadas y batió récords de audiencia. “Cuando me enseñaron el guion pensé que era maravilloso”, aseguró Gandolfini en una entrevista a Newsweek en 2001. “Me acuerdo que durante la audición me repetía: Puedes hacer esto. Realmente pensé que iban a elegir a alguien más elegante, a alguien más atractivo a la vista”, añadió.
Durante los 86 episodios que duró la serie, los espectadores pudieron ver como Tony Soprano vivía atormentado por su madre, por su mujer y por diversos mafiosos rivales. En 2007, millones de espectadores se quedaron con la duda de saber si el protagonista de Los Soprano había muerto en la mesa de un restaurante.
Gandolfini había participado recientemente en películas como La noche más oscura, que narra la captura y muerte de Osama Bin Laden (2012) o The increible Burt Wonderstone (2013). Los proyectos actuales de Gandolfini incluían Animal Rescue de la FOX, Criminal Justice de la HBO y el show Taxi 22 de la CBS.
Le sobreviven su esposa, Deborah Lin, una hija, Liliana, nacida el año pasado, y un hijo adolescente, Michael, fruto de su matrimonio con Marcella Wudarski, que terminó en divorcio.