La Iglesia Católica se ha aliado a la ultraderecha, aglutinada en un etéreo Frente Nacional de la Fe
Para ello ha escogido como ocasión la iniciativa presidencial para legalizar los matrimonios entre personas del mismo sexo y darles derecho a la adopción, ambas condenadas por El Vaticano.
Al frente de esta robusta cruzada, con frentes en varias ciudades, se encuentra el cardenal Norberto Rivera Carrera, conocido por la protección brindada al fallecido sacerdote Marcial Maciel y a otros pederastas.
Acaso el mejor análisis de esta situación la dé el periódico español El País con una entrada elocuente:
“La Iglesia mexicana ha salido del armario. Tras décadas de aparente sintonía con el poder, los obispos han roto hostilidades y auspiciado de una inmensa ola de protestas.
“El objetivo declarado es derribar la iniciativa presidencial de avalar constitucionalmente los matrimonios homosexuales.
“Pero detrás de las manifestaciones, que este sábado culminan en la Ciudad de México, se ha conformado un amplio frente que ha sacado de las catacumbas a la ultraderecha y busca imponer su agenda a un Estado que ha hecho de la laicidad y la separación Iglesia-Estado uno de sus principios rectores”.
La ofensiva eclesial tiene un poderoso capitán, el cardenal Norberto Rivera Carrera, conocido por su elevado nivel de vida y en cuya catedral el Papa Francisco condenó los lujos y los pleitos clericales:
“¡Si tienen que pelearse, peléense como hombres, a la cara!”.
Algo más a la luz de las riquezas de muchos purpurados:
-La Iglesia no necesita príncipes