La trascendencia de Josefina Vicens en la historia de la literatura mexicana es enorme, con tan sólo dos novelas publicadas (El libro vacío y Los años falsos), marcó un hito en las letras contemporaneás gracias a la estética y contenido de su obra, por ello el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) recuerda a la escritora quien hoy cumpliría 101 años.
Josefina Vicens nació en San Juan Bautista, Tabasco el 23 de noviembre de 1911. A temprana edad se trasladó a la Ciudad de México dónde realizó sus estudios de primaria y una carrera comercial. En su juventud asistió a clases de historia, filosofía y letras en la Universidad Nacional Autónoma de México.
El impacto de su obra ha sido comparado con el de Juan Rulfo, ya que los dos autores, al escribir sólo dos novelas, tienen en común una corta pero sumamente valiosa producción literaria. Con El libro vacío publicado en 1958, obtuvo el Premio Xavier Villaurrutia.
El texto tiene una complejidad y riqueza sorprendente; narra las vivencias de José García, quien hundido en la rutina de la vida urbana sufre al intentar ser escritor. El sueño frustrado del personaje principal permite el retrato de la sociedad urbana de la época.
Fue reconocida por sus colegas como una mujer ejemplar e inteligente. Octavio Paz apreció el lenguaje “vivo y tierno” en su escritura.
En Los años falsos (1982) se observa en los personajes un análisis de los roles de género de la sociedad mexicana, especialmente la subordinación y dependencia de las mujeres al esposo o padre.
La autora poseedora de ideas adelantadas para su época, pugnaba por la igualdad, el respeto a las mujeres y grupos desamparados. Estás inquietudes son analizadas en sus obras y algunos textos periodísticos. También el espitiru autodidacta de la tabasqueña le permitió comprender la condición humana para retratarla en sus personajes.
Incursionó en el periodismo como editorialista política en diferentes revistas, firmaba con el pseudónimo de Diógenes García. Así mismo redactaba crónicas de tauromaquia en el periódico Torerías y en la revista El Sol y Sombra con el nombre de Pepe Faroles.
Tuvo una larga carrera como guionista de cine, dentro de sus libretos más conocidos se encuentran Las señoritas Vivanco, Renuncia por motivos de salud (1975) y Los perros de Dios (1979), por los dos últimos trabajos fue acreedora del Premio Ariel. También fue presidenta de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas.
Josefina Vicens falleció el 23 de noviembre de 1988, no obstante, será recordada en la historia de las letras mexicanas por su inigualable talento y su notable legado.
