¡Jóvenes rechazados!!

Lo cierto es que, hasta ahora, la SEP había permanecido sorda y muda ante el grave problema de los jóvenes que anualmente quedan fuera del sistema educativo nacional en educación superior. Al menos no se había visto el interés de “taparle el ojo al macho”. Los cientos de miles de afectados, al ser rechazados de las instituciones de ese nivel educativo, le han tenido que buscar, “como dios les da a entender”, para tratar de encontrar acomodo. Ahora se prevé un parchecito, que ya ha despertado un sinnúmero de comentarios, entre los que se lee uno que suena lapidario, un verdadero yo acuso, al gobierno en turno. “El dinero que se tiró por los candidatos, en sus campañas, debería de haberse aplicado en educación”, resume el punto de opinión.

El reclamo es muy preciso y claro, pero lamentablemente no es la primera vez que se ha pensado de tal manera. Ante los resultados electorales de varios períodos, no ha quedado más que frustración y rencor. Pareciera que el caldo resultó más caro que las albóndigas, porque cuando todo se decidía a las claras mediante el “dedazo” del presidente saliente, había menos frustración. El pueblo ya se había acostumbrado. No se gastaban los miles de millones de pesos que ahora se aplican en beneficio de los millonarios dueños de la televisión. Que es la que fabrica a los “gobernantes”.

Claro que siempre será mejor “algo que nada”; algo es algo. ¡Pónganse listos, jóvenes! Lo grave es que habrá que la feria SEP, a NO ha arrojado acuerdos suficientes para hallar soluciones viables para la mayoría de los jóvenes que insisten en alcanzar algún lugar en la universidad. Estos tres días de agosto; o sea hoy, no han sido fructíferos. La respuesta de “las autoridades”, ante los 160 mil rechazados de la UNAM para lugar un lugar, en alguna licenciatura, sin contar al resto de jóvenes que suman cientos de miles ( son siete millones de ninis) que no pueden seguir sus estudios por falta de oportunidades, es la de “ofertar” (crimen contra la lengua española; semejante al de los bancos que “aperturan” cuentas) CINCUENTA MIL lugares extra, para aligerar el grave problema nacional. Vea usted de qué tamaño y de qué calidad es esa oferta: “ 10 mil becas, 5 mil a instituciones privadas, 20 mil a educación abierta, 15 mil a tecnológicos”. Haga usted sus propias observaciones. Cada oferta tiene sus bemoles; sobre todo el sistema NO escolarizado.

A “la feria del empleo”, se agrega ahora “la feria de oferta educativa”. Ojalá que funcione y de alguna manera se disminuya el terrible déficit de la SEP en materia educativa a nivel nacional. México ya no debe seguir “tirando” el dinero del pueblo. Los gobernantes deben dar a la educación la PRIORIDAD que por derecho y necesidad le corresponde desde hace décadas. EDUCACIÖN y EMPLEO, deben ser el punto de partida para los planes de gobierno. De la eficiencia y eficacia en esos renglones depende el futuro inmediato del pueblo mexicano.

La educación de calidad, una educación PERTINENTE a cada grupo social en cada región del país; una educación EFICIENTE que haga buen uso de los recursos nacionales; una educación EQUITATIVA, que brinde mayor atención a quienes más lo requieren; una educación RELEVANTE, que deje huella permanente en los estudiantes, para alcanzar mejores niveles de vida. Ya no hay tiempo para seguir postergando las soluciones requeridas. Hace años que hemos venido recalcando la importancia de la educación para hallar respuesta a los problemas ancestrales que México ha padecido. La alimentación será mejor en la medida en la que la educación sea enfocada a mejorar la forma de vida de los niños y de los jóvenes. Eliminar los “contratos” que se oficializaron con la propia SEP, no hace muchos años, para vender productos chatarra en las escuelas, debe ser impostergable e irrebatible. Reformar los planes de estudio para dedicar más tiempo al ejercicio físico, a las actividades manuales que permitan desarrollar destrezas…y al mismo tiempo “bajar” la grasa, debe ser considerado como prioridad en las escuelas. Y sobre todo, aplicar el dinero de los mexicanos, dueños del petróleo por ley, en elevar realmente, sin desplantes electoreros, la calidad de la educación que ofrezca el Estado. Cobertura y calidad, deben ir de la mano, a la par. Solamente con un cambio en la política educativa nacional se ´puede lograr tal propósito.