El líder norcoreano, Kim Jong-un, ordenó a sus militares reforzar la preparación para el combate, «siempre teniendo en cuenta que una guerra estalla sin previo aviso», en medio de las fuertes tensiones en la península coreana.
Kim visitó una unidad del ejército cerca de la ciudad portuaria occidental de Nampo en la víspera de la Navidad, el día que Kim Jong-il, su difunto padre, fue nombrado comandante supremo del Ejército Popular.
«Dio instrucciones a la unidad de poner el máximo esfuerzo para reforzar su preparación para el combate…, siempre teniendo en cuenta que una guerra estalla sin previo aviso», señaló la agencia estatal norcoreana KCNA en un despacho en inglés.
El líder norcoreano fue acompañado por altos funcionarios y jefes militares, incluyendo Choe Ryong Hae, el jefe del Buró Político militar, y Ri Yong Gil, jefe militar de Corea del Norte, señaló el informe.
Choe se ha considerado el nuevo número Dos del país comunista tras la reciente ejecución de Jang Song-thaek, tío del líder, en una purga inusualmente pública.
Seúl y Washington han advertido de posibles actos de provocación por parte del Norte con armas nucleares a raíz de la ejecución de Jang Song-Thaek, un alto dirigente que era también el tío y mentor político de Kim.
Su inspección militar coincidió con la primera visita de la presidenta surcoreana, Park Geun-hye, a una unidad de primera línea desde que asumió el poder en febrero, de acuerdo con la agencia surcoreana de noticias Yonhap.
Park ordenó a los soldados que afronten «con firmeza y sin piedad» las provocaciones de Corea del Norte.
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