Kosovo, reconocido como Estado independiente por un centenar de países, no ha sido capaz de lograr los votos suficientes para ingresar en la Unesco, la organización de la ONU para la cultura, la ciencia y la educación. Rusia y sus aliados han ejercido una fuerte presión para evitar que consiguiera, como es necesario, el apoyo de dos tercios del pleno del organismo internacional, según información de El País.
El ingreso en la Unesco de Kosovo ha recibido 92 votos a favor, 50 en contra –España se opone de manera frontal, con las tensiones independentistas internas en auge- y 29 abstenciones. Necesitaba un apoyo mínimo de 95 Estados, lo que le habría supuesto un fuerte espaldarazo en la comunidad internacional.
El precedente del intento de Kosovo por ingresar en la Unesco es el de lo ocurrido con Palestina en 2011. La Unesco la admitió como Estado miembro pese a no estar en la ONU. A raíz de ello, Estados Unidos e Israel dejaron de aportar fondos al organismo. En el caso de Madrid, se da la circunstancia histórica de que la España de la dictadura franquista fue admitida en la UNESCO en 1952, pero no ingresó en la ONU hasta tres años después.
