Será la mayor cámara digital jamás construida, con una resolución de 3,2 gigapixeles -según nota de BBC Mundo-.
Es decir que tomará imágenes en tan alta resolución que se necesitarían 1.500 pantallas de televisión para mostrar sólo una de ellas.
Tendrá además el tamaño de un automóvil pequeño y un peso de más de tres toneladas.
Su función: capturar detalles sin precedentes del universo y ayudará a desentrañar algunos de sus mayores misterios.
Es la cámara del Gran Telescopio para Rastreos Sinópticos (LSST), actualmente en proceso de construcción en el norte de Chile.
Cuando esté terminada, tomará imágenes digitales del cielo nocturno desde lo alto del Cerro Pachón, en pleno desierto de Atacama.
La elección de esta localización se debe a que cuenta con las mejores condiciones atmosféricas y con el mayor número de noches despejadas por año de todo el planeta.
Postales cósmicas a gran escala
Construir y probar la cámara tomará, aproximadamente, unos cinco años, informaron fuentes del Laboratorio del Acelerador Nacional, encargado de construirla.
El corazón visual del telescopio tendrá el tamaño de un automóvil pequeño y pesará más de tres toneladas.
«Hemos trabajado duro durante años para llegar a este punto», dijo Nadine Kurita, directora del proyecto.
«Tenemos muchas ganas de empezar a construir la cámara y dar un gran paso en el estudio del cielo nocturno del hemisferio Sur», agregó, luego de que se anunciara el visto bueno del gobierno de Barack Obama.
Gracias a su dimensión tomará instantáneas de áreas 40 veces el tamaño de la luna llena, lo cual equivale a casi 10 grados cuadrados del cielo.
Se estima que recabará datos de aproximadamente seis millones de gigabytes por año, similar a 800.000 imágenes tomadas con una cámara de ocho megapíxeles.
Un avance astronómico
Ha habido grandes avances en la construcción del telescopio a lo largo de este año.
Ya se construyó su espejo primario/terciario de doble superficie (el primero de esta categoría), además de una sala limpia de 650 metros cuadrados y dos pisos de altura, para dar cabida a la fabricación de la cámara.
Además, en abril tuvo lugar la ceremonia de colocación de la primera piedra del telescopio.
La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, dijo entonces que se trataba de un proyecto muy importante porque «permitirá dar un paso gigantesco para la investigación en astronomía».
«La información que entregará este telescopio abrirá sin duda nuevos campos de investigación», dijo entonces Bachelet.
«Se estima que para el año 2020 nuestro país concentrará el 70% de la infraestructura astronómica mundial y se instalarán en estas tierras los telescopios más poderosos, con una inversión cercana a los US$6.000 millones».
El LSST será único: fue nombrado por el Consejo Nacional de Investigación para la Academia Nacional de Ciencias de los EE.UU. como «el proyecto con más alta prioridad en astronomía terrestre de nuestra década».
El telescopio permitirá, entre muchas otras cosas, detectar materia y energía oscura, rastrear asteroides mal iluminados, estudiar novas y supernovas y realizar mapas de la Vía Láctea, tomando instantáneas del 95% del universo, que hasta ahora desconocemos.
El nuevo telescopio cuenta con financiación tanto pública como privada: Bill Gates aportó US$10 millones y el ex jefe ejecutivo Charles Simonyi, US$20 millones. Su costo de construcción alcanzará los US$700 millones.
Pero todavía tendremos que esperar algunos años para poder observar esas impresionantes postales cósmicas.
Se espera que el telescopio comience a estar operativo en el año 2020. Hasta entonces, tendremos que conformarnos con las imágenes del Hubble, que necesitaría unos 120 años para lograr lo que LSST hará en tan sólo unos días.