![La Cineteca Nacional se moderniza](https://i0.wp.com/rcmultimedios.mx/wp-content/uploads/2011/07/10_19271.jpg?resize=678%2C381&ssl=1)
La construcción de cuatro nuevas salas equipadas con los mejores sistemas de sonido y proyección, la de dos nuevas bóvedas que cumplirán con las condiciones de conservación y preservación, así como la de un laboratorio de restauración digital con lo último en tecnología para digitalización y restauración de material fílmico, dotarán a la Cineteca Nacional de una infraestructura que le permitirá fortalecer su misión de preservar y difundir el acervo fílmico que le ha sido encomendado.
Con el diseño arquitectónico a cargo del despacho Rojkind Arquitectos, que comenzará a ejecutarse en octubre próximo y que estará listo para otoño de 2012, el actual edificio construido en 1984 por el arquitecto Manuel Rocha Díaz quedará convertido en el “espacio cinematográfico más vanguardista y completo de Iberoamérica”.
Una temperatura no mayor a 13 grados centígrados, estricto nivel de humedad e iluminación, un sistema de purificación de aire y una estantería móvil que permite una mayor capacidad de almacenamiento son las condiciones que siguen las cuatro bóvedas que resguardan más de 15 mil títulos. Esas mismas condiciones seguirán los dos nuevos cajones de 350 metros cuadrados que tendrán una capacidad de resguardo de hasta 25 mil rollos fílmicos.
Todo esto con el fin de optimizar el espacio de las bóvedas que resguardan el material fílmico de la Nación y que año con año recibe cerca de tres mil rollos. “La idea es poder crecer. Ahorita hay cuatro bóvedas con archivos fílmicos y una quinta con material iconográfico. Todas están ocupadas casi al 90% de su capacidad total”, dijo en entrevista Paula Astorga, directora de la Cineteca Nacional.
El propósito inicial de construcción de las bóvedas, indicó Astorga, es para “tener la capacidad de recibir colecciones que hemos rechazado por falta de espacio y que son importantes como memoria fílmica del cine nacional; por otro lado, nos va a dar los espacios para resguardar los materiales del depósito legal con cierta perpetuidad”.
Al igual que las actuales cinco bóvedas, las dos nuevas que resguardarán material fílmico del Instituto Mexicano de Cinematografía (IMCINE), del Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC) y de los Estudios Churubusco, cumplirán las normas de calidad marcadas por la Federación Internacional de Archivos Fílmicos (FIAF). La única diferencia será la ubicación del cuarto de máquinas.
El magno proyecto que Consuelo Sáizar, presidenta del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), presentó esta semana como la Cineteca Nacional del Siglo XXI y que tendrá un costo de 400 millones de pesos, incluye además la construcción de cuatro nuevas salas de proyección con 250 butacas cada una; una de ellas equipada con tecnología para proyecciones en 3D. Además de la renovación de butacas, alfombras, cortinas, pantallas, equipos de sonido y sistemas de proyección en las seis salas existentes.
A todo esto se le sumará un laboratorio equipado con lo último en tecnología para la digitalización y restauración de material fílmico, un estacionamiento con seis niveles de 528 cajones, 7 mil 110 metros cuadrados de áreas verdes, seis nuevos locales comerciales, una ludoteca, una sala de lectura Conaculta, la renovación de las oficinas y una llamativa cubierta metálica.
Museo del cine
Una vez que este moderno espacio para el disfrute fílmico quede terminado, se acondicionarán espacios que cumplirán la función de un Museo del Cine, un proyecto anunciado en 2008 por el presidente Felipe Calderón y cancelado en 2010 por Consuelo Sáizar porque prefería “invertir en preservar que en montar algo que espero que las generaciones siguientes desarrollen”.
Ese proyecto ha sido retomado, aunque con otras características: “dentro del proyecto de la Cineteca Nacional del Siglo XXI se van a desarrollar una serie de espacios que en su conjunto van a ser el Museo del Cine”, aseguró Astorga.
Señaló que hasta ahora ya existe una galería y una sala multimedia donde se exhiben piezas que dialogan con el lenguaje cinematográfico y que esa será la tendencia: “en los espacios de acceso público se instalarán galerías, se acondicionarán áreas que permitirán ofrecer una oferta de exposiciones y que van a dialogar con la programación”.
Este ambicioso proyecto no obligará a que la Cineteca suspenda actividades. Según Astorga, el diseño de la obra está pensado de manera modular para que no se cierren las instalaciones.
“La remodelación de las salas se va ir haciendo una por una, nuestro máximo cierre es que prescindiremos de una sala, pero en términos generales siempre estará abierto”, afirmó.
La ventaja es que la obra no es una construcción complicada y no se necesitan grandes excavaciones para cimentar: “el estacionamiento está concebido sobre un sistema estructural y estará previamente construido. No hay que cimentar muy profundo. Lo mismo pasa con las salas de cine y con las bóvedas, son edificios que no tienen ventanas, lo más difícil serán los baños que tienen más acabados, pero todas son construcciones en forma de cajas”.
Además, la fachada metálica de cinco mil metros que cubrirá la plaza central es un techo prefabricado y será colocada por módulos. “El nivel de complejidad para el resto de la obra es que hay que levantar todo el pavimento del estacionamiento”, aseguró Astorga.
Diálogo entre dos épocas
El actual edificio de fachada sobria construido hace 27 años por el arquitecto Manuel Rocha Díaz dialogará con la moderna construcción que Conaculta encomendó a Michel Rojkind. Un proyecto que de acuerdo con Mauricio Rocha Iturbide, hijo del autor de la obra original, será una gran oportunidad para poner a dialogar dos épocas y lenguajes de la arquitectura mexicana.
“En la medida que se fortalezcan las dos partes del conjunto y entren en diálogo, la cultura y la arquitectura mexicana ganarán mucho”, dijo en entrevista el también arquitecto.
Mauricio Rocha asegura que para él es una gran responsabilidad que el edificio construido por su padre y que ha pasado a formar parte de la memoria cultural mexicana sobreviva dignamente en esta nueva aventura que ha emprendido la Cineteca. Pero aclara que eso no implica dejar de apoyar el diseño propuesto por Michel Rojkind: “Voy a apoyar a que se cuide el proyecto de mi padre pero también apoyaré a que se defienda la autoría de Rojkind”.
“Con todo el respeto que implica no meterme en el proyecto de Michel, seguiremos dando nuestra opinión sobre el edificio, pero estamos convencidos que los dos edificios hacen una buen conjunto”, aseguró el arquitecto.
Agencia El Universal