Guadalajara.- Ya alcanzaron la cúspide panamericana, pero sus sueños no tienen límites. Ahora pretenden conocer el Olimpo.
La siguiente etapa en el proceso del Tricolor Sub-22 es buscar la clasificación a Londres 2012. Con el oro continental como inmejorable argumento, todos los dirigidos por Luis Fernando Tena esperan ser considerados para el reto británico.
“Cualquier jugador quisiera estar ahí”, comparte el zurdo Miguel Ponce. “Gracias a Dios ya participamos en Panamericanos, hicimos buen papel, ganamos, y ojalá que también nos vaya muy bien en los Olímpicos”.
Antes de eso se debe lograr el boleto dentro del selectivo que se efectuará, en Estados Unidos, durante marzo del próximo año. Hacerlo les permitirá exorcizar otro demonio, ese que permanece después de la penosa eliminación en el camino rumbo a Beijing 2008. Aquel fracaso propició el cese de Hugo Sánchez.
Nadie está ajeno a la ilusión, ni siquiera los jugadores que no podrán estar en el Preolímpico, pues a diferencia de La Fiesta de América, en la eliminatoria sólo participarán futbolistas menores de 23 años de edad. La posibilidad de echar mano de tres hombres con experiencia volverá en la justa mundial.
“Por qué no [ir a los Juegos Olímpicos]”, expresa Jesús Zavala. “Uno siempre sueña con estar en cada torneo, tanto en ésta [Selección Sub-22], como en la Mayor y en mi club. Ahora hay que trabajar día a día con Monterrey y ya será cuestión de ellos [cuerpo técnico] si te convocan”.
Lo único que pueden hacer es mantener o hasta incrementar el nivel que los catapultó al Tricolor.
“Es muy motivante [la presea áurea] y claro que nos da armas para poder pensar en Londres”, dice Jorge Enríquez. “Por supuesto que nuestro sueño es estar allá y pensar en medalla”.
Sobre todo después de todos los obstáculos sorteados. Pese a que Tena afirma que los ocho hombres separados, tras aquel incidente con prostitutas en Ecuador, pueden ser considerados para el Preolímpico, ya que su sanción por seis meses finaliza en diciembre, hay quien le solicita dar valor extra a lo hecho por un grupo que resistió los golpes de la calamidad.
“Ojalá que sea esta misma base, los mismos jugadores, porque realmente lo merecemos, hemos hecho buen trabajo”, presume Ponce. “Aquí está el que hace mejor las cosas”, asegura.
“Si varios de los que estamos ahora no realizamos las cosas bien en nuestro equipo, no nos van a llamar. Ojalá que otra vez seamos la base para ir a esos Olímpicos”.
Anhelo que no significa desdén hacia los hoy separados, cuyo talento es valorado por los hombres que han estado en el plantel durante todo el proceso. Oribe Peralta es el más experimentado de éstos y considera que la mezcla puede ser benéfica.
“Cuando les levanten el castigo a los otros, va a ser un grupo mucho más fuerte y capaz de hacer cosas mayores”, sentencia El Cepillo, cuyas ilusiones también apuntan hacia el Olimpo.
Agencia El Universal