Hablar de la crónica es muy amplio, porque al abordar el trabajo de la periodista y escritora Cristina Pacheco, se recuerda también la obra de Carlos Monsiváis, quien fue el primero que hizo una antología de este género, dijo la investigadora Angélica Arreola Medina.
En entrevista, realizada con motivo de la conferencia ‘Las crónicas de Cristina Pacheco’, en el marco de la XXXII Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería, Arreola, investigadora del Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM, mencionó que el género de la crónica es muy escurridizo.
‘Porque puede combinarse con el ensayo, puede combinarse con lo real e imaginario. La crónica de Cristina Pacheco me interesa porque está un poco a caballo, es decir entre la literatura y el periodismo, tiene finales inesperados y personajes que pueden ser imaginados, bien podrían ser cuentos y son presentados como crónicas’, aseguró Medina.
Agregó que en el caso de Monsiváis es una crónica muy especial, porque es mucho más reflexiva, es como una crónica ensayo.
En tanto la crónica de Cristina Pacheco es urbana, y por otro lado crónica-cuento, que no llega a hacer ni la una ni la otra, y sus personajes son particular gente desposeída, gente que es muy castigada y dentro de ese castigo, todavía le saca más sufrimiento.
Destacó que la crónica tiene una historia muy importante en el país desde los siglos XIX, y XX, a través de destacados cronistas, y este género deambula entre la historia, periodismo y la literatura.
‘La Ciudad de México que ahora es una megalópolis, necesita más cronistas y creo que por eso está el auge de la obra de la también periodista Cristina Pacheco, porque suceden tantos acontecimientos diariamente’, expresó Arreola.