Las fuerzas vivas del tricolor cerraron filas y van por todo

En Insurgentes Norte sonaron tambores de guerra. Todas las “fuerzas vivas” del tricolor, las viejas y las nuevas, cerraron filas en torno a Humberto Moreira y dejaron claro que el priísmo será implacable contra sus adversarios.

El auditorio Plutarco Elías Calles de la sede nacional del PRI vivió un día de fiesta que no tenía desde hace años. El priísmo evidenció que puede volver a ser un partido monolítico; se manifesto unido y dejó claro que embestirá con furia en busca de ser otra vez gobierno nacional.

Ex candidatos presidenciales, los 19 gobernadores priístas en funciones y tres electos, ex mandatarios, ex líderes nacionales, dirigentes de los sectores obrero, campesino y popular, Manlio Fabio Beltrones, Francisco Rojas, Enrique Peña Nieto y la lista seguía… no faltó nadie.

En el día en que Moreira Valdés y María Cristina Díaz Salazar fueron designados como presidente nacional y secretaria general electos del PRI, los hombres claves del tricolor se mostraron unidos, no hubo ni un reclamo, ni un reproche, ni un desdén… al menos no en público.

Temprano Moreira se presentó con el último bloque priísta que le era fundamental antes de erigirse como líder nacional electo: el sector obrero. Y en la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE) evidenció su respaldo.

Ahí, agradeció a Joaquín Gamboa Pascoe, líder de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) su apoyo y “sus sabios consejos”. Gobernadores, legisladores, ex presidentes del CEN priísta, el ex candidato presidencial Roberto Madrazo, todos le aplaudieron.

Salieron del brazo todos los gobernadores del tricolor, subieron a dos autobuses y se desplazaron a la sede nacional del partido. Un recorrido de menos de cinco minutos. Llegaron sonrientes, atentos, apretando manos y dando abrazos.

Para ese momento ya se había destacado la importancia para el tricolor de tener una candidatura de unidad, la que dejó atrás los enfrentamientos y las divisiones al abrir los procesos internos. Temprano, militantes de Coahuila, Sonora, Zacatecas, Durango y el Distrito Federal habían desbordado al Plutarco Elías Calles.

Ahí sonaron los tambores de guerra. Con cantos similares a los que se escuchan en el estadio TSM de Torreón, los priístas, algunos disfrazados como el Shrek o de marineros, coreaban incansables el nombre de Moreira mientras movían el brazo, algunos con globos, simulando un corte de hacha. Gritaban “unidad, unidad, unidad”.

En ese histórico auditorio, la Comisión Nacional de Procesos Internos, que encabeza el senador Pedro Joaquín Coldwell, sesionaba y daba validez al registro de Moreira y Díaz en sus aspiraciones.

Ahí esperaban los viejos priístas Gustavo Carvajal y Humberto Lugo Gil, después llegarían Humberto Roque Villanueva, Carlos Romero Deschamps y se les sumarían Gamboa Pascoe, Joel Ayala y Carlos Aceves, y el ex candidato a la Presidencia de la República, Francisco Labastida Ochoa.

Joaquín Coldwell dijo que se cumplieron todos los lineamientos de la convocatoria, dio validez al proceso interno y destacó que se cumplió el supuesto de que sólo se registrara una fórmula. Los declaró “legítimamente electos”.

Hubo una pausa. El coahuilense y la neoleonesa ingresaron al auditorio. Les entregaron su constancia de mayoría en punto de las 12:35.

Agencia El Universal