Leonardo da Vinci, el gran artista del Renacimiento, modelo del uomo universale, fue también un genio científico. Aparte de su obra pictórica, tan exquisita como escasa, hubo un Leonardo dedicado a la observación rigurosa, el experimento y la formulación exacta de principios generales a partir de la experiencia empírica.
En los miles de páginas de sus cuadernos de notas, que sólo han empezado a ser estudiados a fondo en las últimas décadas, encontramos anticipaciones de muchos desarrollos posteriores de la ciencia moderna.
Sus contemporáneos sabían que Leonardo dedicaba buena parte de su tiempo al estudio de la filosofía natural, que es como se llamaba a la ciencia entonces (el término inglés scientist no apareció hasta 1840) y asimismo tenemos constancia de que Leonardo planeaba publicar numerosos tratados científicos con los materiales recogidos en sus cuadernos. Pero pese a su enorme dedicación, nunca consiguió llevar a buen término su propósito.
Leonardo hizo descubrimientos en campos tan diversos como la óptica, la geología y la fisiología
Se conservan más de seis mil páginas de los cuadernos de Leonardo. Contienen miles de dibujos y gráficos acompañados de textos deliberadamente crípticos; por ejemplo, algunos fragmentos están escritos de derecha a izquierda, de modo que hay que leerlos con un espejo.
Estos cuadernos se hallan esparcidos por toda Europa formando parte de colecciones privadas; muchos de ellos fueron a menudo olvidados y más de la mitad se han perdido irremediablemente, aunque alguno ha reaparecido como por milagro, como es el caso de los dos códices que se descubrieron entre polvorientos legajos en la Biblioteca Nacional de Madrid en 1965.
Los tratados que Leonardo tenía la intención de publicar abarcan todo tipo de disciplinas, desde las matemáticas a la anatomía.
El florentino les puso títulos provisionales como: «Libro sobre perspectiva», «Tratado sobre la cantidad continua» y «La geometría como juego», «Tratado sobre los nervios, los músculos, los tendones, las membranas y los ligamentos», y «Libro especial sobre los músculos y los movimientos de los miembros».
En estos tratados también se recogen algunos descubrimientos científicos relativos a materias como la óptica, la acústica, la mecánica, la dinámica de fluidos, la geología, la botánica y la fisiología.