México.- Una nueva mirada sobre los célebres españoles que naufragaron en costas de Yucatán en 1511: Jerónimo de Aguilar, y Gonzalo Guerrero, considerado el padre del mestizaje mexicano, es plasmada en el nuevo libro del antropólogo Luis Barjau, el cual será presentado este sábado en la XXXIII Feria del Libro del Palacio de Minería (FILPM).
«Náufragos españoles en tierra maya» recopila información bibliográfica y entrevistas con habitantes de comunidades del sureste del país, con las que Barjau logró reconstruir la historia de estos náufragos, cuya relación con los indígenas mayas los convirtió en dos personajes fundamentales para entender el contacto entre el mundo occidental y el mesoamericano.
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) informó en un comunicado que se trata de una obra en la que se recrean las vivencias de estos dos personajes esclavizados por los mayas y la relación que establecieron con ellos.
«Ambos mantuvieron dos actitudes arquetípicas: Jerónimo de Aguilar persistió en conquistar y cristianizar, en cambiar los hábitos de la cultura local por los de Occidente, mientras que Gonzalo Guerrero se integró a la sociedad casándose con una mujer maya de Chetumal, y adoptó el vestuario, tatuajes y hábitos que lo convirtieron en un indígena; fue el iniciador del mestizaje mexicano», explicó el también investigador.
Apuntó que la zona maya del sureste de la península de Yucatán fue el escenario cultural que vio el enfrentamiento de dos mundos que habían permanecido separados por milenios y que el arribo de estos náufragos se puede considerar «la punta de lanza de la histórica invasión hispánica en Mesoamérica».
Sobre los personajes, el especialista del INAH señaló que Jerónimo de Aguilar fue esclavizado por un cacique maya en un pueblo hoy ubicado entre Cancún y Akumal.
«Este seminarista representó un elemento clave en la comunicación de Hernán Cortés y su gente con las poblaciones nativas. Junto con La Malinche, que hablaba náhuatl y maya, triangulaban la comunicación y hacían posible que Cortés se comunicara con todo el mundo indígena», abundó.
Mientras que Gonzalo Guerrero fue apresado en Chetumal, pero sorprendió a los mayas por sus habilidades como marino, pescador y soldado, por lo que el cacique del lugar lo casó con su hija mayor.
«En ese momento, el personaje se transforma, y pasa a formar parte de una elite indígena, se vuelve poderoso y renuncia a su hispanidad. Guerrero decide permanecer en su nuevo mundo para siempre, tiene hijos y su matrimonio se convierte en la semilla del mestizaje mexicano», detalló.
Explicó que fue sobre esta dualidad, representada por Jerónimo de Aguilar y Gonzalo Guerrero se fundaron los orígenes históricos del México moderno, por lo que se este tema ha sido conservado como una leyenda envuelta de elementos chuscos.
«Por ejemplo, de Jerónimo de Aguilar se dice que un cacique maya le mandó a una joven para probar su castidad, y es que para ellos era incomprensible que no tuviera mujer. Claro que la historia contada así parece extraída de «Las mil y una noches», pero detrás de esas cosas pintorescas, hay explicaciones fundamentales de nuestro origen mexicano», mencionó el antropólogo.
Como parte de su investigación, Barjau se refirió a «Historias de la conquista del Mayab 1511-1697», documento escrito por un misionero franciscano del siglo XVII, fray Joseph de Sanbuenaventura y Cartagena, en el que el religioso cita nombres, hechos y datos sobre la sociedad maya.
El investigador agregó que este manuscrito, que resguarda el Centro de Estudios de Historia de México Carso, está escrito en papel europeo y con letra del siglo XVII: «es un texto extraordinario, que se acerca a este periodo de principios de la Conquista de una manera muy distinta a como lo han hecho otros historiadores».
Subrayó que algunos académicos han pretendido desacreditar la validez del texto de Sanbuenaventura, así como la veracidad de los datos expuestos, en tanto que contiene pasajes críticos sobre la Inquisición y la orden franciscana acusada de malos tratos hacia los indígenas, y de no haber podido cumplir cabalmente su papel de cristianización.
En su opinión, Barjau consideró que Fray Joseph de Sanbuenaventura y Cartagena se revela como un autor de corte y tendencia abiertamente criolla.
«Contra la opinión consensuada en el mundo español de que el náufrago Gonzalo Guerrero fue un apóstata y un traidor, el libro del religioso da pie a una apreciación distinta desde la perspectiva indígena, criolla, etnohistórica y antropológica», mencionó.
Finalmente, el investigador del INAH dijo que Gonzalo Guerrero es pionero del proceso donde el español y el indígena se involucraron para crear un fenómeno nuevo, tanto social como espiritual.
«Guerrero representó la otra cara de la invasión, la humana. El y su consorte legítima son nuestros diáfanos abuelos, inalterables por encima de las diatribas del tiempo», concluyó.
Agencia El Universal