Lorena Rojas, quien falleció a causa de un cáncer el pasado 16 de febrero, ocupa la portada de la edición de abril de People en Español -según nota de People en Español-.
La revista ha tenido acceso a seres queridos de Rojas, quienes relatan en las páginas de la publicación cómo fueron los últimos momentos de la actriz mexicana.
“Estaba tranquila. Ella sabía que este era el camino que estaba para ella”, comparte su mánager y amiga Mari Urdaneta.
A Rojas también estuvieron acompañándola su madre Hilda González, su novio Jorge Monje, y su estilista y amiga Sol Román.
Por su parte, su hermana Mayra Rojas relata las desgarradoras despedidas que comenzaron la noche del 15 de febrero cuando la desaparecida actriz le pidió que se llevara a su hija Luciana, de 1 año y 5 meses, a México para que la niña no la viera en su crítico estado.
Según ella, la idea era que Lorena las seguiría luego en un vuelo privado, pero no fue así. “Me subí al avión y a las cuatro o cinco horas Lorena estaba muriendo”, recuerda conmovida su hermana, quien tal y como acordó con Lorena se ha quedado a cargo de la pequeña que su hermana adoptó cuando nació en octubre del 2013.
“Lore fue una mujer increíble, fuerte, excelente persona y maravillosa actriz”, afirma la presentadora de Un nuevo día (Telemundo) Adamari López, quien es sobreviviente de cáncer y compartió junto a Rojas, Daniela Romo y Alejandra Guzmán la portada rosada de People en Español contra el cáncer de mama de la edición de octubre del 2013. “Luchó por su sueño de ser madre y lo logró. Se aferró a la vida”.
Según algunos familiares de Rojas, aunque Lorena se encontraba muy débil debido a las sesiones de quimioterapia tras ser hospitalizada en enero, logró ver a su pequeña dar los primeros pasos en el hospital. “Lo que más le dolía era dejar de verla”, señala Mayra sobre la bebé y su hermana.
En los últimos meses la enfermedad le arrebató a Rojas las fuerzas para hacer cosas básicas como sostener en brazos a su hija.
“La vida le dio momentos espectaculares con Luciana, como también el dolor de no poder cargarla. Eso era muy fuerte para Lorena, pero jamás la venció. Ver a su hija le llenaba los ojos de luz”, recuerda su hermana.